La yersiniosis o enteritis debida a yersinia enterocolítica, es una enfermedad infecciosa aguda producida por una bacteria que produce un cuadro de dolor abdominal, fiebre, diarrea y vómitos.
La yersinia enterocolítica está originada por una bacteria de la familia de las Enterobacterias.
La enfermedad se transmite sobre todo por el consumo de agua o alimentos contaminados y con menor frecuencia mediante la manipulación de animales contaminados. De forma excepcional se han visto casos de contagio a través de transfusiones sanguíneas.
Tiene una distribución mundial y no predomina en ninguna región determinada por lo que no se considera una causa de diarrea tropical.
Afecta a todos los grupos de edad pero especialmente predomina en población infantil. No hay diferencias significativas entre hombres y mujeres.
Las personas que padecen alteraciones del sistema inmune tienen mayor riesgo de padecer una septicemia (infección generalizada en la sangre) con mayor riesgo de complicaciones.
Tras un periodo de incubación de 4-5 días comienza a producir ulceraciones en la mucosa del intestino delgado en ocasiones llegando a producir perforaciones y hemorragias intestinales.
Los síntomas suelen durar de 1 a 3 semanas.
Las complicaciones más habituales son:
Para el diagnóstico de la enfermedad se pueden emplear varias técnicas:
No existe un antibiótico de elección para el tratamiento de la yersinia enterocolitica.
Actualmente se están empleando los siguientes antibióticos: aminoglucósidos, doxiciclina, trimetroprim-sulfametoxazol y ciprofloxacino.
En caso de septicemia grave, se recomienda tratamiento intravenoso mediante cefalosporinas de 3ª generación y gentamicina. Podría usarse también ciprofloxacino en caso de no tener resistencias