Las aftas bucales son heridas abiertas y benignas de la boca que aparecen como una úlcera de color blanco o amarillo en el centro y un área de color rojo vivo alrededor.
Las aftas dolorosas son más frecuentes en las mujeres que en los hombres y se pueden presentar a cualquier edad, pero suelen hacer su primera aparición entre los 10 y los 40 años de edad.
Las aftas suelen aparecer en la mucosa de la boca, en los carrillos, en los labios, en la lengua o en el paladar blando y la base de las encías.
Son muy dolorosas, y los días previos el paciente siente una sensación de hormigueo o ardor, y posteriormente aparece la úlcera, que duele mucho más al comer o al hablar.
El dolor suele ir disminuyendo por sí mismo en 1 semana y se cura en 2 o 3 semanas.
Si aparecen muchas aftas a la vez puede dar sensación de fiebre o malestar general.
Las aftas son recurrentes y se suelen repetir brotes durante muchos años.
La causa de la mayoría de las aftas dolorosas es desconocida, aunque puede haber una predisposición familiar (hasta el 50 % de los que las sufren tienen familiares con el mismo problema).
En muchas ocasiones se achacan a nerviosismo o estrés, falta de vitaminas o de hierro y en otras a alergias alimentarias.
También pueden ser provocadas por lesiones en el interior de la boca (típicamente por mordeduras o prótesis dentales mal ajustadas), infecciones, ciertos alimentos (nueces, tomate, chocolate, queso…), medicamentos (antinflamatorios), enfermedades que bajan las defensas (por ej. infecciones por VIH), cambios hormonales en las mujeres o enfermedades sistémicas.
Como la causa es desconocida no hay medidas preventivas. Pero es aconsejable no morderse los carrillos, para lo cual es importante masticar despacio.
Además, si hay una falta vitamínica se recomienda hacer una dieta equilibrada. En la dieta se deben evitar también alimentos picantes, ácidos o muy calientes.
Se debe mantener una higiene bucal más exhaustiva.
El problema de las aftas es un buen diagnóstico ya que otras enfermedades pueden dar lesiones similares y hay que descartarlas, entre ellas están:
A veces es necesario realizar una biopsia de lesión mucosa para diferenciar un afta dolorosa de otras causas de úlceras bucales.
Su tratamiento no es necesario si no son múltiples o dolorosas, ya que en la mayoría de los casos las aftas desaparecen solas.
Entre los tratamientos recomendados para los casos más molestos se encuentran:
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