¿Qué son las aftas bucales?
Las aftas bucales son heridas abiertas y benignas de la boca que aparecen como una úlcera de color blanco o amarillo en el centro y un área de color rojo vivo alrededor.
Las aftas dolorosas son más frecuentes en las mujeres que en los hombres y se pueden presentar a cualquier edad, pero suelen hacer su primera aparición entre los 10 y los 40 años de edad.
¿Cuáles son los síntomas de las aftas bucales?
Las aftas suelen aparecer en la mucosa de la boca, en los carrillos, en los labios, en la lengua o en el paladar blando y la base de las encías.
Son muy dolorosas, y los días previos el paciente siente una sensación de hormigueo o ardor, y posteriormente aparece la úlcera, que duele mucho más al comer o al hablar.
El dolor suele ir disminuyendo por sí mismo en 1 semana y se cura en 2 o 3 semanas.
Si aparecen muchas aftas a la vez puede dar sensación de fiebre o malestar general.
Las aftas son recurrentes y se suelen repetir brotes durante muchos años.
¿Cuál es la causa que lo provoca?
La causa de la mayoría de las aftas dolorosas es desconocida, aunque puede haber una predisposición familiar (hasta el 50 % de los que las sufren tienen familiares con el mismo problema).
En muchas ocasiones se achacan a nerviosismo o estrés, falta de vitaminas o de hierro y en otras a alergias alimentarias.
También pueden ser provocadas por lesiones en el interior de la boca (típicamente por mordeduras o prótesis dentales mal ajustadas), infecciones, ciertos alimentos (nueces, tomate, chocolate, queso…), medicamentos (antinflamatorios), enfermedades que bajan las defensas (por ej. infecciones por VIH), cambios hormonales en las mujeres o enfermedades sistémicas.
¿Cómo puedo prevenirme?
Como la causa es desconocida no hay medidas preventivas. Pero es aconsejable no morderse los carrillos, para lo cual es importante masticar despacio.
Además, si hay una falta vitamínica se recomienda hacer una dieta equilibrada. En la dieta se deben evitar también alimentos picantes, ácidos o muy calientes.
Se debe mantener una higiene bucal más exhaustiva.
¿Cómo se diagnostica?
El problema de las aftas es un buen diagnóstico ya que otras enfermedades pueden dar lesiones similares y hay que descartarlas, entre ellas están:
- Herpes simple
- Pénfigo
- Liquen plano
- Liquen bulloso
- Liquen penfigoide
- Carcinoma de células escamosas
- Leucoplasia
A veces es necesario realizar una biopsia de lesión mucosa para diferenciar un afta dolorosa de otras causas de úlceras bucales.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Su tratamiento no es necesario si no son múltiples o dolorosas, ya que en la mayoría de los casos las aftas desaparecen solas.
Entre los tratamientos recomendados para los casos más molestos se encuentran:
- Los enjuagues con clorexidina y algunos compuestos con corticoides tópicos, reducen el dolor y la duración de las lesiones.
- La tetraciclina en forma de enjuagues se usa para prevenir la infección de las aftas y parece reducir su duración, aunque no evita las recurrencias. Se debe mantener el preparado en la boca durante unos 3 minutos y luego escupirlo.
- También se pueden utilizar compuestos que cubren la úlcera y mitigan su dolor al roce. Los más utilizados son los que contienen una pasta con sucralfato (Urbal en sobres) o carbenoxolona (Sanodín gel) y que se aplican directamente sobre la úlcera. Estos compuestos impiden la irritación de las úlceras y aceleran la resolución de las mismas.
- Algunos anestésicos locales como la lidocaína se pueden aplicar localmente, pero hay que tener cuidado de que no se absorban excesivamente. La bencidamina (Tantum verde®) es un antiinflamatorio en aerosol o solución para enjuagues.
- También el Emla y la violeta de genciana (tiñe la boca mucho y por eso no se usa) disminuyen el dolor y aceleran la curación.
- Como remedios caseros se puede enjuagues con una mezcla de agua oxigenada disuelta en agua normal (1 parte de agua oxigenada por 10 partes de agua normal).
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Revisor clínico