¿Qué es la meningitis?
La meningitis es la inflamación de las meninges, el revestimiento que rodea el cerebro y el cordón espinal.
La meningitis puede ser ocasionada por infecciones por hongos, virus, bacterias, y parásitos, por procesos cancerosos y por reacciones químicas a inyecciones intratecales.
Las meningitis más frecuentes son de tipo bacteriano causadas por infección por Haemophilus influenzae tipo b (Hib) y por la Neisseria meningitidis (grupos A, B, C, Y, W-135) también conocida como meningococo.
Puede haber otras bacterias causantes, pero menos representativas por su frecuencia en epidemias.
Aunque las meningitis virales o asépticas son las más frecuentes en niños, la meningitis bacteriana es la que produce más muertes, además de dejar secuelas neurológicas de por vida. Por eso, los esfuerzos mundiales se han centrado en crear vacunas para prevenir estas infecciones.
¿Qué incidencia tiene la meningitis bacteriana?
La meningitis afecta principalmente a los niños de 3 a 8 meses y su incidencia puede llegar a ser de 1 por cada 100.000 habitantes. Más de la mitad de los afectados son menores de 15 años.
La frecuencia de la causa de epidemia es:
- Neisseria meningitidis grupo B: 46%
- Neisseria meningitidis grupo C: 45%
- Neisseria meningitidis grupo A y otras: 9%
Existe un aumento de riesgo de infección en personas con déficit de factores del complemento (C3, C5-C9), en personas sin bazo, o en afectados por VIH (en estos casos sobre todo se ha visto aumentada la infección por el serotipo A).
En el servicio militar se han visto aumentadas las epidemias de serotipo C, por ello en USA se pone como prevención la vacuna de meningitis contra los grupos A, C, Y, W-135.
¿Cómo se contagia la meningitis?
La meningitis se trasmite por las secreciones nasales, saliva y por el aire contaminado de estornudos o toses de los enfermos afectados. Es decir, que el contacto debe de ser cercano para que se pueda trasmitir.
Salvo en casos de problemas de falta de defensas por enfermedades previas (linfomas, inmunodeficiencias, diabetes, etc.) la susceptibilidad es escasa, ya que la bacteria causante suele estar en la garganta del 10% de los individuos y no se desarrolla la enfermedad.
La enfermedad se desarrolla ante un contacto intenso con las bacterias de las secreciones de un individuo afectado de meningitis.
¿Cuáles son los síntomas de la meningitis?
Los síntomas más frecuentes son:
- Fiebre.
- Dolor de cabeza (severo y constante que empeora con el movimiento).
- Rigidez de nuca (cuello rígido).
- Congestión nasal.
- Vómitos.
- Molestias al mirar la luz (fotofobia).
- Escalofríos.
Y los síntomas más peligrosos son:
- Adormecimiento y postración.
- Presencia de un rash (manchas) en la piel.
- Convulsiones.
- Dolores musculares generalizados.
- A veces diarrea.
- Respiración acelerada.
¿Cómo se diagnostica la meningitis?
En una persona con los síntomas descritos, se debe confirmar la infección por medio de un examen de líquido cefalorraquídeo LCR extraído mediante una punción lumbar.
Algunos hallazgos en este examen como su aspecto turbio, el aumento de células y la disminución de la glucosa hacen pensar en el diagnóstico de meningitis bacteriana.
Se puede hacer una presunción de cuál es la bacteria causante con una tinción de Gram, pero siempre se hace un cultivo de bacterias confirmatorio para determinar con certeza tanto el germen como los antibióticos que se pueden utilizar en el tratamiento.
Otras pruebas como análisis de sangre e imágenes radiológicas se pueden realizar para descartar otros diagnósticos o ante la sospecha de complicaciones como el absceso cerebral.
¿Cuál es el la evolución y el pronóstico de la meningitis bacteriana?
La infección meníngea se desarrolla a los 2 a 10 días del contacto con el enfermo, apareciendo los síntomas previamente indicados y debe tratarse antes de las 24-36 horas. En este periodo la enfermedad puede ser fatal.
La mortalidad en estos casos llega a 1 de cada 7 afectados, y con el tratamiento adecuado antes de las 24 horas puede verse reducida un 10 %.
Las complicaciones inmediatas suelen ser muy graves: convulsiones, shock, trastornos de la coagulación y parada cardiorrespiratoria.
A pesar de recuperarse, la persona puede presentar secuelas neurológicas, más frecuentemente sordera neurosensorial.
¿Cuál es el tratamiento de la meningitis?
Al ser una enfermedad que puede comprometer gravemente la vida, se busca hospitalizar a la persona con meningitis bacteriana lo más pronto posible.
En el hospital se administrarán oxígeno y líquidos intravenosos y se iniciará un protocolo de antibióticos mientras se obtiene los resultados del cultivo de líquido cefalorraquídeo.
A pesar del tratamiento adecuado, hasta el 16% de las personas quedan con secuelas que requieren seguimiento por los especialistas de neurología y rehabilitación.
¿Cuándo se puede considerar epidemia?
Se considera como epidemia de meningitis por Neisseria meningitidis grupo C cuando en una comunidad aparecen 3 casos en menos de tres meses y la prevalencia total es de más de 10 casos por 100.000 habitantes, y SÓLO es en este caso cuando se recomienda la vacunación generalizada.
¿Cómo puede prevenirse la meningitis bacteriana?
La principal forma de prevención de la meningitis bacteriana es la vacunación contra Neisseria meningitidis (meningococo) y Haemophilus influenzae tipo b (Hib).
En los casos de alteraciones previas de la vía del complemento y la falta de bazo, está indicada siempre la vacuna de meningitis (grupos A, B, C, Y, W-135).
Si hay epidemia (10 casos por 100.000 habitantes) está indicada la vacunación de los niños.
Las medidas de protección o profilaxis se deben realizar en el caso de:
- Contacto repetido familiar con personas afectadas de meningitis.
- Contacto repetido con personas afectadas en la guardería.
- Exposiciones aisladas cercanas con personas afectadas (por tos, estornudos, respiración boca a boca, beso, etc.); en estos casos el riesgo de infección es de 1 contagio por cada mil exposiciones.
La quimioprofilaxis es efectiva en los primeros días del contagio, y no más de 15 días después. No son útiles los cultivos de exudado faríngeo por el retraso del resultado con respecto al periodo eficaz de la misma.
En los casos de contacto próximo con afectados por meningococo (Neisseria meningitidis) se indica una profilaxis con rifampicina y como alternativa se pueden utilizar ceftriaxona y ciprofloxacina.
En los casos de contacto próximo con afectados por Haemophilus influenzae tipo b (Hib) se hace profilaxis con rifampicina.
No se debe usar rifampicina en el embarazo, y con los anticonceptivos interacciona por lo que pueden fallar.
Mejorar la higiene disminuye la extensión de la epidemia. Además, se debe usar pañuelos de papel para cubrir la tos o estornudos de los posibles afectados.
¿En qué consiste la vacuna contra la Neisseria meningitidis?
Actualmente hay tres vacunas disponibles contra el meningococo:
Vacuna MenC (vacuna frente a Neisseria meningitidis C).
La vacuna MenC protege frente a la bacteria Neisseria meningitidis del serogrupo C. Es una vacuna conjugada procedente de la envoltura de polisacáridos del meningococo C conjugada a una proteína. Al inyectarse en el humano produce inmunidad para la meningitis C desde los 2 meses de edad.
Efectos secundarios:
- Inflamación del área de inyección, más frecuente en niños de edad escolar.
- Algo de fiebre, puede aparecer en el 5% de los niños menores de año y medio.
- Irritabilidad, frecuente en niños menores de un año.
- Dolor de cabeza, más frecuente en los niños mayores de 10 años.
Vacuna MenACWY (vacuna frente a Neisseria meningitidis A, C, W, Y).
La vacuna para la meningitis producida por la Neisseria meningitidis grupo A, C, Y, W-135, se administra vía inyectable en una sola dosis vía subcutánea de 0,5 ml, conteniendo 50 g de polisacáridos capsulares de cada serotipo de Neisseria meningitidis.
Como efectos secundarios se puede apreciar la inflamación local y algo de fiebre.
Los efectos protectores comienzan a los 7-10 días.
Su eficacia es buena (no total) en los niños mayores de 2 años. En los niños de 3 meses a 2 años es de dudosa eficacia (no cubre), y no está indicada en los menores de 3 meses. (El serotipo A puede producir anticuerpos en niños de 3 meses de edad pero no comparables con el nivel que se alcanza desde los 5 años de edad. El serotipo C es poco efectivo antes de los 2 años).
Vacuna contra el meningococo B
Después de que se hizo masiva la vacunación contra los otros tipos de meningococo, el tipo B resultó irse convirtiendo en el más frecuente, por lo cual, también se ha comenzado la vacunación masiva en su contra.
Se recomienda su colocación a los dos meses de edad.
Eficacia en el tiempo tras la vacunación | ||
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Edad | Primer año | Tercer año |
Menores de 4 años | 90% | < 10% |
Mayores de 4 años | 95% | 67% |
La medida de anticuerpos contra los serotipos A y C disminuye en los primeros tres años de una dosis única, esta bajada de anticuerpos es más rápida en niños que en adultos. Su efecto protector dura de 1 a 3 años según la edad y no más.
Se recomienda en los casos con factores de riesgo (inmunodeficientes, convalecientes, inmunodeprimidos, esplenectomizados, etc.) además de personal de laboratorios con exposición a la Neisseria meningitidis.
Se puede administrar a la vez que otras vacunaciones sin problemas.
La vacuna contiene Thiomersal, por lo que se debe tener cuidado en los alérgicos a antisépticos a mercuriales o fenol.
¿Cuál es el calendario de vacunación para la meningitis?
En España se aplica una dosis de la vacuna MenC a los 4 meses de edad y una dosis de refuerzo a los 12 meses (bien de la vacuna MenC o de la vacuna MenACWY según comunidad autónoma). Por último, a los 12 años se aplica una dosis de la vacuna MenACWY.
¿Es posible administrar la vacuna en el embarazo?
Se puede administrar sin problemas para la madre o el niño, produciéndose altos niveles de anticuerpos en el recién nacido que desaparecen rápido en los primeros meses. Por ello no se deban de alterar las pautas de vacunación por haberlo hecho durante el embarazo.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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