La cardioversión es una forma de tratamiento médico para tratar las arritmias cardiacas y devolver al corazón a sus ritmos normales. Se puede realizar mediante descargas eléctricas o con medicación.
La cardioversión eléctrica se puede realizar desde fuera del cuerpo o desde dentro del mismo.
La cardioversión externa se realiza en general en una situación de emergencia, y para ello se utiliza un desfibrilador. El desfibrilador tiene dos paletas para transmitir la corriente eléctrica, se ponen en el pecho en una situación de arritmia cardiaca, a los lados del corazón y se aplica la descarga para intentar que la frecuencia cardíaca retorne a un ritmo normal.
En ocasiones también se realiza esta intervención sin situación de emergencia, en este caso se debe de hacer previamente un estudio como un ecocardiograma transesofágico, para poder diagnosticar si hay coágulos de sangre en el corazón.
Se suele recomendar una tratamiento anticoagulante y una sedación antes de la intervención. El tratamiento anticoagulante suele mantenerse posteriormente.
La cardioversión externa se realiza en arritmias auriculares.
Hoy en día hay desfibriladores automáticos portables que ellos mismos se disparan (ante la presencia de arritmias) y solo es necesario un personal entrenado (paramédico) para su utilización.
La cardioversión interna se realiza mediante un desfibrilador cardioversor implantable (DCI) que dispone de un generador de pulsos y unos electrodos.
El generador de pulsos se implanta debajo de la piel, como si fuera un marcapasos. Los electrodos se conectan entre el generador y el corazón. Cuando por alguna causa el corazón presenta una arritmia y el desfibrilador lo percibe realiza una descarga eléctrica para retornar a un ritmo cardiaco normal. El desfribrilador tiene una pila que dura unos cuantos años.
La cardioversión interna se utiliza para arritmias ventriculares que son más graves producen muerte súbita.
La cardioversión con medicamentos antiarrítmicos se realiza mediante su toma vía oral o a través de una vía intravenosa. Por ello puede tardar horas o días su eficacia, y se debe de controlar como va el ritmo cardiaco de forma periódica. Casi siempre se asocia a una terapia con anticoagulantes.
Posibles complicaciones: