¿Qué entendemos por desmayos y mareos?
El desmayo es una pérdida breve de consciencia, por lo general con síntomas previos que “avisan” que va a ocurrir y que en su conjunto se denominan mareo o lipotimia.
Los componentes más frecuentes del mareo son:
- Dolor de cabeza
- Palidez y frialdad en la piel
- Sensación de debilidad en los músculos
- Sudoración abundante
- Visión borrosa
- Disminución de la audición
- A veces dolor abdominal y náuseas
Una pérdida de conciencia súbita sin estos síntomas previos de mareo se considera un síncope, aunque a veces los términos desmayo y síncope se consideran sinónimos. Sin embargo, el desmayo común (conocido como síncope vasovagal) suele ocurrir una sola vez, recuperarse por completo antes de cinco minutos y no repetir, mientras que los síncopes recurrentes o no explicados pueden ser síntoma de enfermedades más serias.
Cuando alguien sufre un mareo sin llegar a desmayarse, se usa el término presíncope.
En cualquier caso, el desmayo, el síncope y el presíncope ocurren cuando el cerebro no está recibiendo suficiente oxígeno para funcionar adecuadamente
¿Cuál es la causa que lo provoca?
El síncope es generalmente resultado de tres situaciones:
- Alteración del sistema nervioso: Mayoría de los casos.
El sistema nervioso vegetativo (o autónomo) controla el bombeo del corazón y la presión en las arterias. Cuando deja de funcionar correctamente por muchas razones distintas pueden ocurrir síncopes.
Esto incluye al síncope vasovagal que es la pérdida de conciencia más frecuente en gente joven, y que consiste en un mareo o desmayo precedido de sudoración fría, náuseas o visión borrosa, que ocurre generalmente por un estímulo psicológico, y que se recupera sin secuelas en pocos segundos. - Alteración del sistema cardiovascular: Segunda causa de pérdida de conciencia más frecuente, aunque es la que más se presenta en ancianos y la que más lleva a consultar al servicio de urgencias. Son las causas que más generan riesgo de muerte.
Las alteraciones más importantes son:- Las arritmias cardiacas, sobre todo los bloqueos (pulso muy lento) y las taquicardias graves (pulso demasiado rápido).
- Las alteraciones de la estructura del corazón: crecimiento excesivo (hipertrofia), problemas con las válvulas (valvulopatías), líquido que comprime el corazón (derrame pericárdico), falta de oxigenación (isquemia miocárdica).
- Hipotensión ortostática
Es el desmayo o síncope al pasar de la posición de sentado o acostado a la de pie. La presión sanguínea disminuye de manera brusca porque el cuerpo no puede adaptarse rápidamente al cambio de posición y la persona se marea o pierde la conciencia.
Puede ocurrir en muchas enfermedades como la Enfermedad de Parkinson y la diabetes, por consumo de ciertos medicamentos y, a veces, por falta de líquidos en el cuerpo (hipovolemia) como cuando hay vómito, diarrea o exceso de orina.
¿Qué test se pueden realizar?
Es importante que el médico haga un interrogatorio detallado de cómo ocurrió el episodio tanto a la persona como a quienes presenciaron el desmayo y luego un examen físico dirigido a buscar cambios en la presión arterial y el pulso.
Se mide la presión arterial con la persona acostada y luego se la hace incorporar para tomar la presión arterial de pie tres minutos después. Si hay disminución de 20 mmHg en la presión sistólica o más de 10 mmHg en la diastólica, hay una hipotensión ortostática.
Si se detecta un pulso irregular, se sospecha una arritmia cardiaca y se debe estudiar.
La principal prueba a realizar es un electrocardiograma para monitorizar la actividad eléctrica del corazón.
Otros exámenes, más especializados, que pueden aportar información son:
- Ecocardiograma
- Masaje del seno carotídeo
- Monitorización del ritmo cardiaco mediante un holter: electrocardiograma de 24 horas
- Prueba de mesa inclinada o mesa basculante
En niños, es importante descartar que se haya tratado de una convulsión y no de un síncope o desmayo, por lo cual se realiza un electroencefalograma.
¿Qué tratamientos existen?
En el momento de presenciar a alguien perdiendo la conciencia las recomendaciones son:
- Tratar de despertarlo. Si no despierta, llamar al número de teléfono de emergencias.
- A continuación, mirar si respira y buscar el pulso en el cuello o en la muñeca. Si no se ve que respira o tiene pulso, iniciar reanimación cardiopulmonar RCP lo más pronto posible mientras llega el personal médico.
- Si hay pulso, acostar al paciente de medio lado para evitar que, si vomita, el vómito se vaya a los pulmones.
- Si recupera la conciencia, tranquilizarlo, recostarlo cómodamente con las piernas elevadas hasta que se sienta mejor.
- No se debe tratar de dar líquidos ni alimentos a una persona inconsciente o en estado de confusión por el riesgo de aspiración a las vías respiratorias.
El tratamiento del desmayo o síncope recurrente depende de la causa y debe ser manejado con un control médico continuo.
La idea principal es evitar las situaciones que causan el síncope si se conocen.
¿Se puede prevenir?
Se pueden reducir las posibilidades de sufrir un desmayo con los siguientes consejos:
- Evitar las actividades que hayan causado un desmayo con anterioridad.
- Tumbarse con los pies elevados cuando se presienta que se va a sufrir un desvanecimiento.
- Tratar adecuadamente la deshidratación en caso de fiebre, vómito, diarrea o exceso de orina.
- Si se debe a un medicamento tratar de buscar una alternativa junto con el médico.
- Si se sufre de hipotensión ortostática hacer ejercicio con regularidad, levantarse poco a poco si se ha estado acostado o sentado mucho tiempo e hidratarse adecuadamente.
- Si se debe a un problema cardiaco consultar con un especialista en cardiología y seguir el tratamiento.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico