
¿Qué son los cólicos del lactante?
El cólico del lactante es un síndrome caracterizado por llanto excesivo y repentino, de predominio vespertino (por la tarde), que no tiene una causa identificable y que sucede entre las 2 semanas y los 4 meses de edad en un lactante por lo demás sano.
Ocurre en un 10 a un 20 % de los lactantes normales, bien sea que consuman leche materna o leche de fórmula y suele ser motivo frecuente de preocupación de los padres y de consulta al médico.
En general, un bebé llora más o menos dos horas al día. La edad de máximo llanto es el mes y medio de edad, luego disminuye poco a poco.
Los lactantes que tuvieron bajo peso al nacer o fueron prematuros suelen llorar más.
Cuando el llanto es brusco e incontrolable, se podría pensar que tenga alguna causa como el dolor del cólico del lactante. En estos casos la presión sobre la madre y otros cuidadores puede ser muy alta, ya que la frustración de oír llorar a un niño más de veinte minutos seguidos es agobiante.
La manera correcta de afrontar esta situación ayuda a evitar problemas graves como el zarandeo al bebé o la depresión materna.
¿Cuál es la causa que provoca el cólico del lactante?
La etiología (causa) verdadera de los cólicos del lactante es desconocida, habiéndose postulado varias teorías:
- Causas gastrointestinales:
- Hipersensibilidad a componentes de la dieta.
- Gas intestinal excesivo.
- Hipermotilidad intestinal.
- Factores hormonales.
- Causas no intestinales ("conductuales"):
- "Niños llorones".
- Factores psicosociales de los padres.
- Problemas en la interacción padres-niño.
¿Cuáles son los síntomas de los cólicos del lactante?
- Edad: durante los 3 primeros meses de vida. Suele comenzar en la 2ª-4ª semana, disminuye de frecuencia e intensidad con la edad, hasta ceder a los 3-4 meses.
- Cuadro:
- Ataques de llanto e irritabilidad inexplicables, diarios, de predominio por las tardes (18.00 a 20.00 h), de unas 2 a 3 horas de evolución.
- El niño encoge las piernas, se pone rojo y llora.
- Distensión abdominal.
Después cesa de repente, quedándose tranquilo. No existen diarrea ni otros síntomas acompañantes. Normalidad entre crisis, con desarrollo psicomotor normal.
¿Cómo evoluciona?
Es un trastorno autolimitado y benigno. La intensidad es máxima al principio.
Sigue la llamada “regla de los tres”: Aparece en lactantes sanos a la tercera semana de vida, el llanto tiene una duración de tres horas al día hasta tres días a la semana y habitualmente desaparece en torno a los tres meses de edad.
¿Cómo se puede detectar?
- Síntomas principales:
- Llanto paroxístico vespertino (más de 3 horas/día y más de 3 días/semana).
- Inquieto, molesto, irritable, agitado.
- Flexión de rodillas sobre el abdomen.
- Síntomas secundarios:
- Parece hambriento, pero no se calma con la comida.
- Estreñimiento habitual.
- Meteorismo, gases abdominales.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
- Normas generales:
- No hay medicación claramente eficaz.
- No cambiar a ciegas la alimentación, ni los hábitos. Valorar modificaciones según evolución por parte de su pediatra.
- No se recomienda el uso de sedantes.
- "Entrenamiento de los padres": Intentar satisfacer las 5 necesidades cuando un niño llora:
- Hambre (flexibilizar las tomas, no se va a malacostumbrar por ello).
- Deseo de succión para tranquilizarse.
- Deseo de sentirse protegido (cogerle en brazos, no se va a malcriar por ello).
- Deseo de jugar o que le hagan caso (jugar con él, llevarle a un ambiente con sonidos).
- Deseo de dormir (ambiente tranquilo y sin ruidos).
- Remitir a su pediatra para control y seguimiento.
- Consejos:
- Balanceo, acunar al niño. Acueste al bebé boca abajo encima de sus rodillas y masajee o dé palmadas suaves en la espalda.
- Sonidos rítmicos (televisor, lavadora, juguetes sonoros).
- Dar un paseo con el niño en brazos.
- Dar un paseo con él en coche (¡No falla!).
- Turnarse en el cuidado del niño para descansar.
- Ante todo, ¡no ponerse nerviosos!
- Instrucciones para las tomas: madre relajada y tranquila, darle tiempo al niño, evitar que tome deprisa (aerofagia), no acostarlo inmediatamente después de la toma, y ayudarle a echar el aire.
- Intervención sobre la dieta:
- Si la lactancia es materna: regular ritmo de las tomas, suspender fármacos y excitantes que pueda tomar la madre, así como los lácteos a la madre si se sospecha intolerancia a proteínas de leche de vaca. La madre debería evitar el consumo de las alubias (fríjoles) y de verduras crucíferas como la col y el repollo. En familias que presenten muchas alergias, se debe observar si hay cambios al limitar determinados alimentos como leche, huevo, gluten, frutos secos, soja y pescado.
- Si la lactancia es artificial: regular cantidad, concentración y frecuencia, procurar no cambiar la leche, sólo si se sospecha APLV (Alergia a la leche de Vaca) valorar hidrolizados (Novalac Hidrolizada®, Nutriben Hidrolizada®, Almiron Hidrolizada®).
- Fármacos: En general no se recomienda utilizarlos, o lo menos posible y siempre por prescripción del pediatra.
- Antiflatulentos: Simeticona (AERO RED o Noraflat) con dosis de 0,25-0,50 cc con las tomas cada 6-8 horas.
- Carminativos: Mezclas de aceite o esencias de anís + bicarbonato, con o sin belladona.
Se piensa que los probióticos y las infusiones con hinojo pueden ser de alguna ayuda, pero no está comprobado y siempre se debe consultar con el pediatra antes de realizar cualquier tratamiento, incluso los naturales.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico