La creatininfosfoquinasa CPK es un enzima que se encuentra principalmente en el corazón, en el cerebro y en los músculos esqueléticos. Cuando aparece elevado es porque estos tejidos han sufrido algún daño.
La aparición de CPK elevada en el suero sugiere lesiones en el corazón en el cerebro o en los músculos esqueléticos. Dependiendo del isoenzima de CPK elevado podemos diferenciar cuál es el tejido afectado.
Se utiliza para poder diagnosticar enfermedades inflamatorias de los músculos (dermatomiositis, polimiositis), para diagnosticar un infarto cardiaco, o descubrir portadores de la distrofia muscular de Duchenne.
En el caso de infarto cardiaco la curva de su nivel en sangre puede ofrecer información de la evolución del daño cardiaco producido y su evolución.
Para asegurar la fiabilidad de los resultados debe de hacerse la determinación de las isoenzimas que se ven menos afectadas por las variables de medicamentos y traumatismos que la medición de CPK total.
Para realizar este análisis No se precisa estar en ayunas.
Pueden verse alterados los valores de CPK si se han realizado inyecciones intramusculares, traumatismos musculares, intervenciones de cirugía recientes, o ejercicio intenso o prolongado.
Hay medicamentos que puede elevar el nivel de la CPK en suero: Anfotericina B, ampicilina, anestésicos, anticoagulantes, aspirina, clofibrato, dexametasona, furosemida, morfina.
Se puede realizar la toma en un lugar apropiado (consulta, clínica, hospital) pero en ocasiones se realiza en el propio domicilio del paciente.
Para realizar la toma se precisa de localizar una vena apropiada y en general se utilizan las venas situadas en la flexura del codo. La persona encargada de tomar la muestra utilizará guantes sanitarios, una aguja (con una jeringa o tubo de extracción).
Le pondrá un tortor (cinta de goma-látex) en el brazo para que las venas retengan más sangre y aparezcan más visibles y accesibles.
Limpiará la zona del pinchazo con un antiséptico y mediante una palpación localizará la vena apropiada y accederá a ella con la aguja. Le soltarán el tortor.
Cuando la sangre fluya por la aguja el sanitario realizará una aspiración (mediante la jeringa o mediante la aplicación de un tubo con vacío).
Al terminar la toma, se extrae la aguja y se presiona la zona con una torunda de algodón o similar para favorecer la coagulación y se le indicará que flexione el brazo y mantenga la zona presionada con un esparadrapo durante unas horas.
La sangre extraída se traslada al laboratorio de análisis en un tubo especial para bioquímica, que contiene un producto anticoagulante. En general no suelen ser necesarios más de 10 mililitros de sangre para una batería estándar de parámetros bioquímicos.
Niveles normales de CPK en suero: 24 a 194 U/ml.
En estos valores puede haber pequeñas diferencias por la técnica o por criterios de normalidad propios de laboratorios concretos, a veces en el rango de valores y otras veces por las unidades a las que se hace referencia.
Los niveles aumentados de CPK en la sangre pueden indicar:
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