La eyaculación retrógrada ocurre cuando el semen emitido en la eyaculación se dirige hacia la vejiga en vez de salir al exterior por la uretra. Posteriormente es eliminado del organismo al orinar.
Es un trastorno de carácter benigno, aunque puede ser causa de infertilidad en el varón ya que al no ser el semen expulsado hacia el exterior durante el acto sexual bajan las posibilidades de fertilidad del varón.
La eyaculación retrógrada se debe al mal funcionamiento del esfínter interno durante las fases de emisión y expulsión del semen. Afecta alrededor del 0,7 % de los varones.
Las causas más frecuentes son:
La eyaculación retrógrada no afecta a la erección del pene, a la hora de mantener relaciones sexuales ni a la capacidad de tener orgasmos.
Los síntomas más habituales son:
El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica, exploración física y la confirmación de espermatozoides en orina postorgasmo.
En caso de que la causa sea farmacológica, valorar retirar el medicamento, sustituirlo por otro o reducir la dosis.
Existen medicamentos dirigidos a aumentar la actividad simpaticomimética para convertir la eyaculación retrógrada en anterógrada (pseudoefedrina, imipramina o fenilpropanolamina).
En personas con fracaso del tratamiento y deseo de descendencia existen diferentes técnicas para recuperar el semen (bloqueo de cuello vesical mediante balón de una sonda Foley y recuperación del semen de la orina postorgasmo).
En pacientes jóvenes con eyaculación retrógrada de reciente instauración pueden ser útiles los ejercicios para reeducar el suelo pélvico.