El mal de altura es una enfermedad que puede afectar bien a los alpinistas, excursionistas, esquiadores o bien a viajeros que ascienden demasiado rápido a una montaña y generalmente se presenta cuando las personas alcanzan una gran altura, más de 3000 metros o a veces tan solo por viajar a ciudades situadas en altura (La Paz de Bolivia a 3650 metros, o Ciudad de Méjico a 2200 metros).
El mal agudo de altura aparece por la combinación de la reducción de la presión atmosférica y de la baja concentración de oxígeno en las grandes alturas.
Los síntomas del mal de altura suelen ser leves:
Los síntomas del mal de altura en otros casos son más graves y se presentan con:
La presencia de síntomas de mal de altura no es igual en todas las personas ya que solo una de cada 5 personas presentan síntomas leves a altitudes de 2.000 y 3.000 m, pero es muy raro que se presente edema pulmonar (encharcamiento) y cerebral a esas altitudes. Por otro lado a partir de los 4.000 metros de altura la mayoría de las personas experimentan al menos síntomas leves, y algunas personas que permanecen a esa altitud desarrollan edema pulmonar o cerebral.
Los síntomas es la mejor forma de tener un diagnóstico, además se puede tener signos en la auscultación pulmonar con estertores de edema pulmonar y en la Rx de tórax se aprecian imágenes de edema pulmonar.
Se debe intentar descender a altitudes más bajas cuanto antes con un equilibrio racional de seguridad y aplicar oxígeno en mascarilla.
Además se suelen utilizar:
En la mayoría de los casos con síntomas leves y mejoran al regresar a una altitud menor, mientras que los casos severos pueden llevar a la muerte debido a la dificultad respiratoria o a un edema cerebral.