La triquinosis o triquinelosis es una enfermedad infecciosa causada por el consumo de carne contaminada con parásitos del género Trichinella.
Normalmente, el parásito se encuentra en forma de larvas enquistadas en los músculos de ciertos animales, principalmente del cerdo. Una vez consumida la carne infectada sin la adecuada preparación, las larvas del parásito son digeridas y liberadas en el estómago para posteriormente pasar al intestino.
Una vez en el intestino las larvas del parásito se convierten en adultas dejando la mucosa intestinal e invadiendo el músculo estriado.
El agente causante de la enfermedad es un parásito nematodo del género de las Trichinella, normalmente la Trichinella Spiralis.
Dicho parásito se adquiere en la mayoría de las ocasiones por la ingestión de carne de cerdo cruda o poco cocinada que contiene larvas enquistadas del parásito.
En algunos países también se han producido algunos casos por consumo contaminado de carne de oso o de caballo.
No es una enfermedad contagiosa que se pueda transmitir de persona a persona salvo en el hipotético caso de canibalismo.
Se estima una incidencia mundial de 10.000 caso al año, aunque en los países con sistemas de control alimentario la incidencia es muy baja.
El periodo de incubación de la enfermedad es de 2 a 128 días desde el consumo de carne contaminada, aunque lo más normal es que el periodo de incubación sea de 7 a 9 días.
Los síntomas dependen del número de parásitos que se adquieren y en el caso de unas pocas larvas la enfermedad puede pasar desapercibida sin ningún síntoma.
Las personas infectadas con síntomas presentan primeramente algunos muy parecidos a los de la gripe:
Posteriormente, durante la migración de las larvas del intestino al músculo se puede experimentar:
Las personas con infección ligera no requieren ninguna medicación. Se recomienda descanso, tomar líquidos en abundancia y si es necesario medicamentos para reducir la fiebre y los dolores.
A las personas con infecciones severas cuya vida esté en peligro se les trata con esteroides (Prednisona) o fármacos antiparasitarios (Mebendazol o Tiabandazol).
Si las larvas alcanzan los músculos no hay ningún tratamiento disponible y pueden causar la muerte si afectan al cerebro (encefalitis), los pulmones (neumonitis) o el corazón (miocarditis).
Se estima una mortalidad del 1 al 2% en las personas infectadas.
El parásito muere si: