
¿Qué es el síndrome de Reye?
El síndrome de Reye es una inflamación hepática y cerebral (encefalopatía) que se asocia a cuadros de fiebre por infecciones virales como la influenza y la varicela en niños a los que se les ha tratado con Aspirina® o salicilatos.
Suele aparecer, en niños y adolescentes e incluso raras veces en adultos, una semana después de un cuadro infeccioso de vías altas, de gripe o de varicela y parece haber una predisposición genética.
Se caracteriza por vómitos, alteraciones del comportamiento, con gran agitación y delirio, que evoluciona rápidamente a un cuadro de convulsiones y coma, que puede producir la muerte.
Muy ocasionalmente, se ha asociado con los virus descritos asociados a otros medicamentos: metoclopramida (tratamiento para el vómito), zidovudina (tratamiento para el VIH) y ácido valproico (tratamiento para la epilepsia).
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Reye?
Se han propuesto cuatro etapas del síndrome de Reye:
Etapa 1:
- Vómitos persistentes o continuos.
- Signos de disfunción cerebral:- Apatía
- Pérdida de energía y vitalidad
- Somnolencia
 
Etapa 2:
- Cambios de personalidad:- Irritabilidad
- Comportamiento agresivo
 
Etapa 3:
- Desorientación:- Confusión
- Comportamiento irracional
- Combativo
 
Etapa 4:
- Delirio
- Convulsiones y aparición de posturas extrañas, con los brazos muy extendidos y rectos, girados sobre el cuerpo, las piernas rectas y con los dedos del pie estirados sobre la planta del pie
- Coma
En los bebés podría no haber vómitos sino síntomas menos específicos como diarrea y respiración irregular.
¿Cómo se puede diagnosticar?
Si aparece el cuadro de síntomas en un niño con los antecedentes de infección viral y la toma de Aspirina® se debe realizar un estudio de:
- Azúcar en sangre, que suele estar baja
- Transaminasas hepáticas, que suelen estar elevadas
- Amoniaco en suero que está elevado
- Punción lumbar para el estudio del líquido cefalorraquídeo
- Escáner o TAC cerebral
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
El tratamiento es muy intensivo y por ello es necesario un ingreso hospitalario.
Como se trata de un síndrome muy complejo y poco frecuente en la actualidad, se recomienda que sea manejado en un centro hospitalario de alto nivel, preferiblemente un hospital universitario con alta capacidad y mucha experiencia.
Normalmente el tratamiento va dirigido a:
- Tratar el edema cerebral (acumulación de líquidos en la cabeza) que es la primera causa de muerte. No se debe realizar punción lumbar. Se utiliza oxígeno y otros medicamentos. A veces puede ser necesario controlar la respiración y en ocasiones hacer una respiración asistida.
- Tratar el exceso de amoniaco en la sangre (sustancias tóxicas) y dar algunos tratamientos que buscan impedir que empeore la intoxicación debida al fallo del hígado.
- Nutrir e hidratar adecuadamente: para esto se administrarán sueros con electrolitos y glucosa.
- Tratar las complicaciones que vayan surgiendo: problemas de coagulación de la sangre, principalmente.
La recuperación del cuadro suele ser del 60%, pero el resto tiene un pronóstico muy malo o mortal.
Las secuelas posteriores dependerán de la intensidad del proceso agudo y del tratamiento adecuado a cada caso.
¿Cómo puede prevenirse?
Se debe evitar la utilización de ácido acetilsalicílico (Aspirina®) y otros salicilatos en el tratamiento de la fiebre o malestar de infecciones virales, gripe y varicela de niños y adolescentes (menores de 18 años).
Como alternativas se deben utilizar Paracetamol o Ibuprofeno.







Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico