La varicela afecta a casi toda la población infantil, con un mayor índice de complicaciones en menores de un año y mayores de 13 años.
En el adulto puede ser más grave ya que la aparición neumonía varicelosa, 1 de cada 400 casos y puede ser mortal.
En mujeres embarazadas comporta el riesgo de varicela congénita y de varicela fetal tardía de elevada mortalidad.
La actual vacuna antivaricelosa es efectiva en el 75 - 95 % frente a cualquier forma de la enfermedad. Es preferible la vacunación universal a estrategias dirigidas a grupos de riesgo.
La Asociación Española de Pediatría desde el año 2003 propone su administración en una dosis entre los 12 y los 15 meses, simultáneamente con la Triple Vírica, pero en distinto punto de inyección. Es recomendable vacunar a todos los niños susceptibles antes de los 13 años. Se acaba de aprobar en España la vacunación, dentro del calendario vacunal, en niños entre 10 y 14 años.
La Academia Americana de Pediatría recomienda vacunar a todos los niños a quienes no les haya dado la enfermedad entre los 12 y los 18 meses de edad. Los niños mayores deberán ser inmunizados a la primera oportunidad con una sola dosis. Los niños sanos mayores de 13 años a quienes no les haya dado la enfermedad deberán ser inmunizados con 2 dosis en un intervalo de 4 a 8 semanas.
Una de las ventajas de la vacuna es el disminuir los costos económicos y sociales de la varicela. Los padres pueden perder días de trabajo y los niños de 7 a 10 días de escuela. La vacuna es efectiva entre 70 y 90% para prevenir la enfermedad.
En todo caso si no es efectiva al 100%, en el caso de afectación en un niño vacunado la varicela será muy leve, tendrá menos lesiones, menos fiebre y se recuperará más fácilmente.
Las reacciones secundarias a la vacuna son, por lo general, leves y pueden incluir:
Las personas con sistema inmunológico débil o alterado y las mujeres embarazadas no deben recibir la vacuna contra la varicela.