Se denomina hígado graso a la acumulación de triglicéridos y grasas dentro de las células del hígado.
El hígado es el órgano responsable de transformar las grasas ingeridas a otro tipo de grasas que puedan ser almacenadas por el organismo y usadas posteriormente.
Si existe hígado graso, grandes gotas de grasa que contienen principalmente triglicéridos son almacenadas en el hígado haciendo que aumente su tamaño.
El hígado graso no es una condición preocupante por si sola, pero puede indicar algún tipo de problema adicional y si no se trata adecuadamente puede derivar en otras enfermedades. Se estima que un 15% de las personas con hígado graso pueden tener cirrosis en los próximos 15 años.
El hígado graso puede ser una circunstancia transitoria o a largo plazo. Es reversible cuando la causa es diagnosticada y corregida.
Normalmente el hígado graso pasa desapercibido y no es doloroso, pero en casos severos el hígado puede aumentar tres veces su tamaño normal y acompañarse de dolor.
La principal causa del hígado graso es el alcoholismo. Cuando la cantidad de alcohol consumido es elevado se modifica la forma en la que el hígado descompone y almacena las grasas.
Otras causas que pueden causar hígado graso son:
El embarazo puede causar una forma rara pero grave de hígado graso agudo. Comienza al final del embarazo (entre la semana 28 y 40) y suele estar asociado con ictericia e insuficiencia hepática.
El hígado graso puede afectar a más de un tercio de los adultos en los países occidentales y un 10% de los niños o adolescentes.
El hígado graso en el embarazo tiene una incidencia aproximada de 5 casos por cada 100.000 embarazos y es más frecuente en embarazos de gemelos y cuando la madre tiene bajo peso.
Normalmente el hígado graso no suele producir ningún síntoma. Si existen, los más frecuentes son:
En el caso de hígado graso en el embarazo suele acompañarse de:
El hígado graso puede ser sospechado por el personal médico en un examen físico al notar que el hígado está inflamado o tiene un tamaño mayor del normal. Se puede confirmar con una biopsia del hígado donde se extrae una pequeña muestra de tejido hepático con una aguja a través de una pequeña incisión.
En un análisis de sangre las personas con hígado graso suelen presentar valores elevados de transaminasas GOT y GPT. En muchos casos la fosfatasa alcalina se encuentra también elevada porque suele producirse colestasis (disminución del flujo de la bilis del hígado al duodeno).
El tratamiento para el hígado graso es tratar de corregir la causa que lo originó y proporcionar cuidados de apoyo.
Se recomienda medidas generales si se tiene obesidad como bajar de peso y realizar ejercicio físico de forma regular.
Si está causado por alcoholismo se debe dejar de consumir y llevar una dieta sana y equilibrada
Si se produce en el embarazo es recomendable adelantar el parto si se dan las condiciones adecuadas.
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