La ciclosporiasis o ciclosporosis es una enfermedad infecciosa intestinal causada por el parásito Cyclospora cayetanensis.
Los parásitos son especies que viven en otro organismo, llamado huésped, y obtienen alimentos de él.
Este parásito (Cyclospora cayetanensis) pertenece al grupo de los protozoos conocidos como coccidios. Este grupo de parásitos afecta al intestino humano y causa infecciones recurrentes crónicas en personas con inmunidad alterada (por ejemplo, en aquellos que padecen VIH). Incluso en personas con una función inmune normal, este parásito puede causar episodios prolongados de diarrea y otros síntomas gastrointestinales.
La causa de transmisión suele ser por consumo de agua contaminada o alimentos contaminados como las fresas o las frambuesas. No se transmite de persona a persona.
Los síntomas comienzan después de un período de incubación de entre 1 y 14 días después de la ingestión de quistes del parásito.
Algunas personas pueden ser asintomáticas pero en caso de presentar síntomas los principales son:
En algunos pacientes, los síntomas pueden aumentar y disminuir durante semanas.
En pacientes inmunocomprometidos, como aquellos que padecen VIH o cáncer, la diarrea prolongada y la pérdida de peso severa a menudo se convierten en un problema importante.
La enfermedad debe sospecharse en cualquier persona con antecedentes de diarrea prolongada o recurrente.
El parásito se identifica tiñendo muestras de heces o aplicando ciertas técnicas de microscopía fluorescentes para encontrar los quistes característicos.
La biopsia del intestino a través de una endoscopia es otra forma de diagnosticar la enfermedad.
Para el tratamiento de la ciclosporiasis suele usarse cotrimoxazol (asociación antibiótica de trimetoprima y sulfametoxazol) durante 7 días. En pacientes con VIH pueden requerir dosis mayores y durante más días.
En caso de diarrea grave es necesario evitar la deshidratación y la desnutrición. Para ello se puede usar suero rehidratante o inyecciones intravenosas de suero. También se puede tratar la diarrea con loperamida o difenoxilato siempre bajo prescripción médica.
El pronóstico suele ser positivo. Incluso sin tratamiento, los síntomas generalmente no duran más de un mes, excepto en casos con inmunidad alterada. Afortunadamente, el tratamiento suele ser exitoso incluso en esos pacientes.