
¿Qué es la endarterectomía de la arteria carótida?
La endarterectomía carotídea es un tipo de intervención quirúrgica que se realiza a fin de extirpar placas de ateroma que se puedan haber acumulado en las arterias carótidas.
Las placas de ateroma son acumulaciones de colesterol y otras sustancias en personas con aterosclerosis.
Estas placas disminuyen el flujo de sangre al cerebro y tienen el riesgo de provocar un embolismo: parte de la placa se desprende y puede generar un ictus o accidente cerebrovascular.
¿Para qué casos está indicado?
Una de las indicaciones para una endarterectomía de la carótida es un estrechamiento igual o superior al 70-75% de la luz de las arterias carotídeas.
Este estrechamiento se puede encontrar en una revisión de rutina o por tener antecedentes de un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular más o menos intenso.
Puede ser tan solo un episodio transitorio que produzca mareo, hormigueos en el cuerpo, visión nublada, o confusión mental por unos minutos o bien ya sea un episodio ya más establecido con pérdida de visión, o parálisis muscular.
¿Qué contraindicaciones y riesgos tiene?
Las contraindicaciones para realizar una endarterectomía de carótida son:
- La isquemia (falta de sangre con oxígeno) cerebral que no dependa de las arterias carotídeas.
- Las enfermedades coronarias graves.
- La hipertensión arterial mal controlada.
- La aterosclerosis generalizada.
Los riesgos de la endarterectomía de carótida son:
- Los riesgos de la anestesia como alergias y problemas para respirar.
- Sangrado excesivo.
- Infecciones .
- Desprendimiento de la placa o de coágulos que generen un ictus.
- Infarto de miocardio.
Para evitar las complicaciones se seleccionan muy bien las personas a quienes se realiza esta cirugía para evaluar su riesgo.
¿Qué procedimiento se seguirá?
Bajo anestesia general o con aplicación de anestesia local, el cirujano realizará una incisión en el cuello para acceder a la arteria carótida.
Luego colocará un tubo de derivación en la arteria, por encima y por debajo de la obstrucción para permitir el riego cerebral mientras se realiza la limpieza de la arteria carotídea.
Una vez realizada la limpieza de las placas de ateroma, se retira la derivación y se recupera el flujo normal de la misma.
A veces solo se realiza una sutura para cerrar la arteria. En otras ocasiones, es necesario colocar un injerto que pude ser de una de las venas de la persona o un injerto artificial para cubrir la herida.
El proceso puede durar entre 60 y 120 minutos.
Los primeros días son de reposo casi total y en el hospital para evitar la formación de coágulos, luego en dos semanas se puede recuperar la actividad normal.




Dra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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