El colesterol es una sustancia grasa natural presente en todas las células del cuerpo, siendo necesario para que nuestro organismo realice las siguientes funciones:
Todos los animales y el ser humano pueden producir su propio colesterol por lo cual no se considera un nutriente que deba ser consumido en los alimentos por los adultos.
Por el contrario, el exceso de colesterol en la sangre genera enfermedades.
El hígado metaboliza el colesterol a su forma libre que circula por el torrente sanguíneo por medio de lipoproteínas.
En los análisis de sangre se suelen reportar cuatro resultados dependiendo de estas lipoproteínas:
Además, en la actualidad se considera importante calcular el llamado colesterol no HDL que es la cantidad total de colesterol en la sangre que no está asociada con las lipoproteínas de alta densidad (HDL).
A diferencia del colesterol total, que incluye tanto el colesterol LDL (colesterol "malo") como el colesterol HDL (colesterol "bueno"), el colesterol no HDL solo incluye el colesterol LDL y otras partículas de lipoproteínas que contribuyen al desarrollo de la aterosclerosis y la enfermedad cardiovascular.
El colesterol no HDL se considera un mejor indicador del riesgo cardiovascular que el colesterol LDL solo, ya que tiene en cuenta todas las partículas de lipoproteínas que contribuyen al desarrollo de la aterosclerosis.
Además, el colesterol no HDL se puede calcular restando el colesterol HDL del colesterol total, lo que lo hace una medida fácil y accesible en la práctica clínica.
El estudio del colesterol en la sangre se realiza porque se considera que un valor elevado de colesterol en sangre es un factor de riesgo para sufrir un accidente cardiovascular (infarto, ictus, etc.).
La cifra de colesterol total se utiliza para calcular el riesgo vascular de la persona mediante un test denominado SCORE (Systematic Coronary Risk Estimation) que es diferente para cada país y tiene en cuenta además el sexo, la edad, si la persona fuma o no y sus cifras de presión arterial sistólica.
El índice SCORE es usado en Europa. Existen otras maneras de calcular el riesgo cardiovascular a partir de estudios realizados en Estados Unidos como la ecuación AHA/ACC y la función de Framingham ajustada. Todas usan el resultado de las cifras de colesterol total en sangre.
El resultado de todos estos cálculos y tablas determina el riesgo de morir de una causa cardiovascular, principalmente un infarto cardiaco, en los siguientes diez años.
La cifra de colesterol HDL (colesterol bueno) se utiliza para refinar este SCORE y también se utiliza en los índices americanos, en especial en personas con diabetes mellitus, hipertrigliceridemia muy alta, obesidad o cuando el LDL es muy bajo.
Es de particular importancia la medición del colesterol transportado en la partícula denominada lipoproteína de baja densidad o colesterol LDL.
Está completamente demostrado que si se logra disminuir este colesterol LDL, el riesgo de tener aterosclerosis y, en especial un infarto cardiaco o un ictus disminuye de manera muy importante.
Además, se recomienda que el colesterol no HDL se utilice como un objetivo de tratamiento en la evaluación y el manejo de los factores de riesgo cardiovascular, y que sus niveles estén por debajo de los 130 mg/dL en adultos y por debajo de los 100 mg/dL en adultos con alto riesgo cardiovascular y menos de 85 mg/dL en personas con riesgo muy alto.
El colesterol total es una prueba que se realiza en el contexto de un análisis de sangre junto con otras pruebas diagnósticas.
Además del colesterol total también se suele analizar el colesterol HDL y los triglicéridos que sirven para estimar el colesterol LDL en lo que se denomina el perfil lipídico mediante una fórmula matemática (LDL calculado).
En caso de exceso de triglicéridos en la sangre (más de 400 mg/dL), esta fórmula no calcula correctamente el colesterol LDL por lo cual será necesario determinarlo en una prueba específica (LDL directo).
Los valores normales del perfil lipídico varían según la edad, el sexo y otros factores de riesgo, como la presencia de enfermedades cardíacas o diabetes.
Los rangos generales de los valores normales del perfil lipídico para adultos son:
En estos valores puede haber muy pequeñas diferencias según la técnica usada o los criterios de normalidad propios de cada laboratorio, a veces en el rango de valores y otras veces por las unidades a las que se hace referencia.
Más información sobre valores normales de colesterol
La clasificación actual de la hipercolesterolemia se basa en los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL), también conocido como colesterol “malo", en la sangre.
Según las directrices de la Sociedad Europea de Cardiología, se consideran los siguientes niveles de concentración de LDL:
También se puede clasificar la hipercolesterolemia según su forma de presentación así:
También puede darse el caso en que no solo el colesterol en la sangre esté elevado sino que también los triglicéridos lo estén. En este caso se habla de la hiperlipemia o hiperlipidemia combinada mixta.
Los niveles aumentados de colesterol total en la sangre pueden indicar:
Más información sobre valores altos de colesterol
Los niveles disminuidos de colesterol en la sangre pueden indicar:
Más información sobre valores bajos de colesterol
Algunos medicamentos como los anticonceptivos, los esteroides, los diuréticos (tiazidas), los betabloqueantes y los antidepresivos pueden aumentar los valores en los análisis.
Las estatinas, por el contrario, pueden disminuir sus valores.
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