La meningitis aséptica es una enfermedad frecuente, grave aunque raramente fatal, causada por ciertos virus. La palabra meningitis significa la inflamación de las membranas que cubren el cerebro y médula espinal.
Cualquier persona puede contraer meningitis aséptica. La enfermedad es más común en niños.
Distintos virus pueden causar la meningitis aséptica, de manera que la transmisión depende del tipo de virus implicado. Los virus más comunes entran a través de la boca, se multiplican en el cuerpo y se eliminan a través de los excrementos. Las manos sucias pueden llevar el virus y pasarlo a otra persona (lo que se llama transmisión fecal-oral). Los virus que causan meningitis aséptica pueden ser trasmitidos hasta semanas después de pasada la infección.
Los síntomas aparecen de 3 a 6 días después de la exposición: Inicio repentino de fiebre con dolor de cabeza, rigidez de cuello, y sensación de malestar general. Puede aparecer erupción en la piel. Ciertos virus pueden también causar síntomas de resfriado, faringitis, síntomas gastrointestinales (diarrea, vómitos) y problemas respiratorios asociados.
Ante una sospecha de meningitis en un niño, el pediatra debe realizar una punción lumbar para análisis del líquido cefalo-raquídeo. A veces pueden estar indicadas otras pruebas (Scanner cerebral, etc) para asegurarse de que el niño no tiene otras enfermedades más serias.
No hay tratamiento específico para la meningitis aséptica.
El pediatra procurará aliviar los síntomas (fiebre, dolor de cabeza, ...) y prevenir toda posible aparición de complicaciones. La mayoría de los niños se recupera en menos de 7 días.
Puesto que la mayoría de los casos son causados por virus que se transmiten a través de los excrementos, los niños diagnosticados de meningitis aséptica deben estar seguros de lavarse a conciencia las manos después de usar el baño. Es fundamental lavarse siempre las manos después de cambiar pañales.