
¿Qué es la parálisis facial de Bell?
La parálisis facial de Bell o idiopática representa del 60 a 70% de las parálisis faciales periféricas.
En la parálisis facial periférica hay una lesión del nervio facial (séptimo par craneal) que hace que la fuerza de los músculos de una mitad (derecha o izquierda) de la cara disminuyan (paresia) o se pierdan completamente (parálisis).
No se conoce la causa de la parálisis de Bell. Solo se sabe que, por alguna razón, se pierde la función nerviosa después de la salida del nervio del encéfalo. Si la lesión ocurre en el encéfalo se denomina parálisis facial central y es una enfermedad completamente diferente.
¿Cómo es la clínica de la enfermedad?
La parálisis de Bell puede ocurrir a cualquier edad, en cualquier sexo y en personas previamente sanas.
Usualmente se presenta de manera súbita una incapacidad para mover media cara: cerrar el párpado, sonreír y mostrar los dientes del lado afectado.
Lo primero que nota la persona al mirarse al espejo es que, en reposo, no se ve la arruga que normalmente va de la nariz a la comisura de los labios (surco nasogeniano) y la boca se desvía hacia el lado paralizado. A veces lo notan los demás antes que el propio enfermo.
Se puede notar en los días previos un dolor detrás de los pabellones auriculares, a veces con leve afectación del estado general. Cuando ocurre esto y se presentan pequeñas vesículas en la cara o en el conducto auditivo, se denomina síndrome de Ramsay Hunt en lugar de parálisis de Bell y se piensa que la causa es una infección viral por herpes zoster.
Generalmente la parálisis facial se instaura en el curso de horas a tres días. Algunas veces se puede notar un aumento de los sonidos en un oído o disminución del sabor. El ojo puede llorar al no poder parpadear de forma efectiva.
¿Cómo se puede detectar?
Siempre que una parálisis facial afecta al párpado, de forma que no se puede cerrar completamente y a la boca, que está torcida, y no hay otros síntomas en el resto de cabeza y miembros, hay que pensar que se trata de una parálisis en el trayecto periférico del nervio facial.
El médico realizará entonces la siguiente exploración:
- Mira si cierra el ojo. En la parálisis facial esencial (Bell) el ojo no se cierra o queda con cierre incompleto.
- Pide que se cierren los dientes con fuerza. En caso de parálisis verá como una comisura se contrae y la otra no. Se contrae justo la del lado que no cierra el ojo.
- Indica la elevación de las cejas hacia arriba. El músculo de la frente no se contrae o lo hace poco.
- Mira el conducto auditivo. Si hay vesículas se trata de una parálisis facial herpética (síndrome de Ramsay-Hunt). Tiene un tratamiento completamente diferente con Aciclovir.
Si existe una pérdida de fuerza solamente de la parte inferior y el ojo se cierra normalmente se piensa que el origen está en el cerebro o el tronco cerebral, por lo general por un accidente cerebrovascular (ictus).
Se piensa que una parálisis facial periférica no es una parálisis de Bell y se debe buscar una causa específica, sobre todo un tumor del nervio facial, si:
- No comienza de manera brusca sino poco a poco.
- En 4 meses no se ha recuperado.
- Después de desaparecer, la parálisis vuelve a aparecer en el mismo lado (parálisis facial recurrente).
- Se ven algunas partes de la cara flácidas y otras contraídas en espasmos.
- Si persiste el dolor de manera permanente.
Asimismo, si la parálisis se presenta en ambos lados de la cara es necesario realizar exámenes para determinar la causa.
En general, cuando se sospecha que no hay una parálisis de Bell, sino que la causa de los síntomas podría ser un tumor, se solicitan también imágenes radiológicas como la resonancia magnética nuclear RMN con gadolinio de puntos específicos del trayecto del nervio facial y la tomografía computarizada (TC) del peñasco del temporal.
Los estudios neurofisiológicos como la electroneuronografía y la electromiografía son solicitados por los otorrinolaringólogos en ciertos casos para saber qué tan dañado está el nervio y qué tan recuperable es su función.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
Un 70% de las parálisis faciales esenciales curan aceptablemente.
Con tratamiento con cortisona desde los primeros días las parálisis mejoran hasta un 90%. En general, este tratamiento con medicamentos corticoides orales se prolonga por diez días y se recomienda iniciarlo en las primeras 72 horas de presentación de los síntomas para mejorar su efectividad.
Si hay una parálisis total no se recomienda tratar de hacer ningún ejercicio para forzar el movimiento de los músculos de la cara porque se favorece que luego se presenten movimientos anormales y la recuperación no sea adecuada.
Si se realiza algún ejercicio debe ser siempre dirigido por el médico o un profesional en rehabilitación.
No olvide el ojo. El párpado tiene una función protectora y extiende las lágrimas. Durante el día debe proteger el ojo con gafas de sol y sustituir el parpadeo con la mano. Por la noche debe ponerse pomada que humedezca el ojo y un parche de forma que evite la desecación y el riesgo de úlcera corneal.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico