La parálisis facial de Bell esa de una lesión del nervio facial generalmente producida por un virus o por una enfermedad autoinmune.
La parálisis de Bell puede ocurrir a cualquier edad, en cualquier sexo y en personas previamente sanas.
El individuo puede notar en los días previos un dolor detrás de los pabellones auriculares, a veces con leve afectación del estado general. Puede notar, habitualmente sin síntomas previos, que no puede cerrar bien el ojo y que hace una "mueca" rara con la boca. A veces lo notan antes los demás que el propio enfermo.
Generalmente la parálisis facial se instaura en el curso de horas a tres días. Algunas veces se puede notar un aumento de los sonidos en un oído o disminución del sabor. El ojo puede llorar al no poder parpadear de forma efectiva.
Siempre que una parálisis facial afecta al párpado, de forma que no puede cerrarlo completamente y a la boca, que está torcida, y no hay otros síntomas en el resto de cabeza y miembros, hay que pensar que se trata de una parálisis en el trayecto periférico del nervio facial. Estas parálisis casi siempre son esenciales (de origen desconocido).
Cuando se produce una parálisis facial es importante realizar las siguientes pruebas al paciente
Un 70% de las parálisis faciales esenciales curan aceptablemente.
Con tratamiento con cortisona desde los primeros días las parálisis mejoran hasta un 90%.
No olvide el ojo. El párpado tiene una función protectora y extiende las lágrimas. Durante el día debe proteger el ojo con gafas de sol y sustituir el parpadeo con la mano. Por la noche debe ponerse pomada que humedezca el ojo y un parche de forma que evite la desecación y el riesgo de úlcera corneal.