La cetoacidosis diabética es una complicación de la diabetes mellitus en la que la sangre es excesivamente ácida por la presencia de cuerpos cetónicos y está ocasionada habitualmente por la falta de insulina.
La cetoacidosis diabética es el resultado de una deficiencia severa de insulina. La insulina es una hormona segregada por el organismo necesaria para convertir la glucosa en energía. Las personas que padecen diabetes mellitus no producen insulina o no responden adecuadamente a la misma.
La cetoacidosis diabética se presenta con las siguientes características:
La falta de insulina provoca la imposibilidad de hacer llegar energía a las células. Esto provoca que se movilicen las grasa almacenadas como fuente de energía alternativa dando lugar a la formación de cuerpos cetónicos que se acumulan debido a que también requieren insulina para ser procesados. Esta acumulación de cuerpos cetónicos acidifica la sangre y la convierte en tóxica.
La cetoacidosis diabética en la infancia supone un riesgo importante ya que puede derivar en la aparición de un edema cerebral (acumulación de fluidos en el cerebro) que puede poner en peligro la vida del niño.
La cetoacidosis diabética es más frecuente en personas que padecen diabetes tipo I. El perfil habitual de quien la padece es un menor de 19 años que ha interrumpido su tratamiento con insulina o ha sufrido un traumatismo o una infección grave.
Un pequeño número de personas con diabetes tipo II también pueden experimentar cetoacidosis pero no es frecuente ya que las personas con diabetes tipo II producen pequeñas cantidades de insulina de forma natural. En pacientes con diabetes tipo II ocurre por alimentación inadecuada (inanición) o debido a falta de insulina en estados de hiperglicemia.
Los síntomas que se pueden presentar al sufrir cetoacidosis diabética son:
Si los síntomas persisten puede producirse una pérdida gradual de la consciencia.
Para el diagnóstico de la enfermedad suele verificarse la existencia de las tres características de la enfermedad: hiperglicemia, hipercetonemia y acidosis.
Para evitar entrar en cetoacidosis diabética es importante que los diabéticos monitoricen de forma frecuente la glucosa en sangre y orina y la concentración de cuerpos cetónicos en la orina.
El tratamiento de la cetoacidosis diabética suele realizarse en un hospital bajo supervisión médica ya que es un tratamiento de urgencia. El tratamiento básico consiste en:
Ante un caso de cetoacidosis diabética si el tratamiento se administra de forma inmediata y adecuada la recuperación es rápida y completa.
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