La coagulación intravascular diseminada o CID es un trastorno de la sangre en el que se producen un exceso de coágulos en los vasos de pequeño tamaño. Esto produce un gasto excesivo de los factores de coagulación, y en consecuencia, aumenta el riesgo de hemorragias en otros vasos.
Los coágulos pueden taponar los vasos sanguíneos y provocar daños graves a algunos órganos principalmente riñón y pulmón, seguidos por cerebro, corazón, hígado, bazo, páncreas e intestino.
Existen muchas causas que pueden provocar la coagulación intravascular diseminada o CID, entre ellas destacan:
Los principales síntomas son producidos por el exceso de coagulación en algunas zonas del cuerpo que provoca:
El diagnóstico principal de la coagulación intravascular diseminada o CID es clínico teniendo en cuenta el historial del paciente y los factores que hayan podido provocarlo.
No obstante, se puede complementar con pruebas de laboratorio que estudien las plaquetas (por debajo de lo normal), el tiempo de protrombina (PT) y el tiempo de protrombina parcial activado (TTPa) que se van a prolongar, el fibrinógeno (se encuentra disminuido) o la detección de valores elevados de PDF y dímero D. Además se pueden presentar hematíes fragmentados (esquistocitos).
El tratamiento principal se basa en conocer y paliar la causa que ha desencadenado la enfermedad.
Además se pueden usar medidas de soporte como: