La enfermedad o fenómeno de Raynaud es resultado de cambios en la circulación de las manos o los pies principalmente ante el frío o el estrés.
En realidad, es una gran exageración del fenómeno reflejo normal por el cual los vasos sanguíneos de las extremidades se contraen cuando hace frío.
La causa de esta predisposición exagerada es desconocida.
La enfermedad de Raynaud es frecuente, afectando a 1 de cada 20 personas. Es de 4 a 5 veces más frecuente en mujeres. Típicamente, el primer episodio ocurre antes de los 40 años.
La enfermedad de Raynaud se caracteriza por mostrar los dedos de las manos o de los pies de color blanco tras exposición al frío con sensación de adormecimiento de la piel.
Puede ocurrir cuando el ambiente es frío o al tocar un objeto frío.
La piel puede volverse azul o roja antes de que se recupere cuando se vuelve a calentar y es cuando se presenta dolor punzante.
El fenómeno de Raynaud puede ser de dos tipos:
Fenómeno de Raynaud primario, conocido antes, simplemente como enfermedad de Raynaud.
Es un proceso independiente, no asociado con ningún otro problema o enfermedad.
Fenómeno de Raynaud secundario
En la mitad de los casos, los síntomas del fenómeno de Raynaud se asocian con una enfermedad específica.
Las principales enfermedades relacionadas son:
La acrocianosis es otra enfermedad relacionada, en la cual existe frialdad y coloración azulada persistente de los dedos u otras áreas afectadas. La frialdad suele ser casi permanente. La sensación de frío suele acompañarse de sudoración excesiva.
La diferencia con el fenómeno de Raynaud es la ausencia de dolor y que los síntomas son permanentes, no solo asociados con el frío.
También suele ser un proceso independiente, no asociado con ningún otro problema o enfermedad, aunque en ocasiones hay acrocianosis secundaria a la falta de oxigenación adecuada de la sangre, a reacción a algún medicamento o podría ser un síntoma sugestivo de enfermedades del tejido conjuntivo.
Para evitar ataques de enfermedad de Raynaud, es esencial protegerse del frío, mediante el uso de ropa adecuada, manejando bebidas frías y congelados con guantes y teniendo un aislamiento adecuado en los ambientes fríos.
No solo está recomendado el uso de guantes sino también evitar la exposición de la cabeza y el cuello a ambientes fríos para evitar los síntomas reflejos en las manos.
No fumar es también muy importante, ya que la nicotina disminuye el flujo sanguíneo a la piel.
Evitar antigripales y píldoras dietéticas que contengan el compuesto fenilpropanolamina.
Evitar asimismo los anticonceptivos orales, que afectan a la "microcirculación" (los vasos sanguíneos más pequeños, incluyendo los de la piel).
Para la mayor parte de los afectados, el fenómeno de Raynaud no pasa de ser una molestia más que una incapacitación seria.
Sólo muy raramente pueden producirse consecuencias serias a largo plazo, tales como gangrena o úlceras en las yemas de los dedos.
Fundamentalmente se recomienda tranquilizarse y abrigarse.
Si el médico lo considera, se pueden utilizar medicamentos en casos de síntomas muy graves o cuando el fenómeno de Raynaud sea parte de otras enfermedades.
La cirugía es la última opción.
En casos extremos, puede ser necesario llegar a la llamada simpatectomía, es decir, cortar los nervios que controlan los vasos sanguíneos para evitar los espasmos, o el bloqueo simpático, que consiste en anular dichos nervios mediante la inyección en ellos de sustancias químicas.
No siempre es eficaz. Hay que considerarlo un último recurso para casos muy graves.
Últimamente se han hecho pruebas con aplicación de toxina botulínica que pueden ser de ayuda en algunos casos.
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