Como la población general se interesa cada vez más por estar en buena forma física, aumenta el número de personas que realizan ejercicio a medida que se hacen mayores. La mayoría de las lesiones deportivas se deben a traumatismos por sobrecarga, y pueden tener importantes secuelas a largo plazo para la vida del deportista. La elección del deporte tiene grandes consecuencias sobre el riesgo de las lesiones que pueden presentarse.
Las lesiones traumáticas están causadas generalmente por una combinación de fuerzas. El tipo más frecuente de lesiones graves son las producidas por la desaceleración, que provocan importantes lesiones articulares y traumatismos contusos.
En los deportes en los que se producen colisiones entre personas (rugby, fútbol, etc) y los deportes de alta velocidad (esquí alpino), las tasas de lesiones musculosqueléticas importantes son mucho mayores, ya que en estos impactos se combinan la velocidad y el efecto de masa.
El entrenamiento adecuado para un deporte específico reduce el riesgo de lesiones. El deportista debe también aprender a saber caer y a saber levantarse tras una caída. Asimismo, hay que utilizar un equipo seguro.
Para orientar un diagnóstico adecuado y centrar la exploración física, al valorar una lesión traumática deportiva su médico le hará las siguientes preguntas:
Una vez respondidas estas preguntas, el médico realizará una exploración centrada en los sistemas musculosquelético, nervioso y vascular.
Las lesiones deportivas más comunes y su frecuencia serían las siguientes:
Deporte | Lesiones más frecuentes |
Corredores |
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Fútbol/Rugby |
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Lucha libre/Judo/Karate |
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Gimnasia |
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Esquí alpino |
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Esquí de fondo |
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Baloncesto |
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Tenis/Paddle / Frontón |
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Béisbol |
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