La menopausia es una de las mayores causas de aparición de osteoporosis, la cual puede acompañarse de fracturas y aplastamientos óseos.
La menopausia marca el momento en que cesan los ciclos menstruales de manera permanente en las mujeres mientras que la osteoporosis es una enfermedad de los huesos caracterizada por una reducción de la masa ósea que incrementa el riesgo de sufrir fracturas.
El hueso es un tejido dinámico que se está constantemente renovando en un proceso que consta de dos fases: formación y reabsorción. En la reabsorción el hueso se descompone y en la formación se reemplaza el hueso perdido anteriormente.
En los jóvenes, la formación de hueso es mayor que la destrucción y el contenido de mineral en el hueso aumenta. En el adulto ambos procesos se equilibran, y después de los 50 años la reabsorción es mayor que la formación por lo que la densidad ósea disminuye.
Columna con Osteoporosis Columna Normal
En las mujeres, la menopausia afecta mucho en la posible aparición de la osteoporosis. Las mujeres suelen ser menos corpulentas que los hombres y tienen los huesos más delgados o menos consistentes. Después de la menopausia (que sucede alrededor de los 50 años) las mujeres pierden masa muscular muy rápidamente porque su cuerpo deja de producir una hormona denominada estrógeno que protege a los huesos. En un periodo de 5 a 7 años tras la menopausia se produce una aceleración de la destrucción ósea las mujeres que pueden perder alrededor de un 20% de su densidad ósea.
Por eso, la osteoporosis es 5 veces más frecuente en mujeres que en hombres. A partir de los 65 o 70 años el ritmo de pérdida de masa ósea en hombres y mujeres se equipara.
La aparición de osteoporosis puede aumentar el riesgo de fracturas.
Además de la menopausia, varios factores influyen en la posible aparición de la osteoporosis en mujeres postmenopáusicas además del déficit de estrógenos:
Hay dos tipos de osteoporosis con causas (mecanismos de producción) diferentes:
En el tipo II se encuentra baja en sangre la Vitamina D y disminuye la absorción de calcio por los huesos, siendo este factor más importante que en el tipo I (déficit de estrógenos). También aparece una leve disminución de hormona paratiroidea.
Para el tratamiento de la osteoporosis los medicamentos más utilizados actualmente son los bisfosfonatos (alendronato, ibandronato, risedronato y ácido zoledrónico).
Los anticuerpos monoclonales como el Denosumab puede ser una opción alternativa.
La calcitonina y la teriparatida (un análogo de la hormona paratiroide humana) se reservan para casos con alto riesgos de fracturas o cuando los bisfosfonatos no han sido efectivos.
Para la mayoría de las mujeres postmenopáusicas la terapia de reemplazo hormonal con estrógenos puede ser efectiva.
La dosis eficaz es de 0,625 mg de conjugado estrogénico. Esta dosis es mayor que la efectiva en el tratamiento del flush cutáneo (ponerse roja.
Entre los inconvenientes de esta terapia está el que después de 2 años se produce una hipertrofia de endometrio, sangrado vaginal y del 3 al 8% de aumento de cáncer de endometrio.
Se puede compensar con pautas de medroxiprogesterona (progestágeno) 2.5 a 10 mg al día, 10 días cada mes. Como esta pauta reintroduce las reglas, debe ser evaluado por la paciente.
A favor de tomar hormonas estrogénicas es el caso de una mujer:
En contra de dar hormonas es el caso de una mujer:
El fumar o la toma de cimetidina (antiulceroso) anula el efecto beneficioso de los estrógenos.
Los SERM (moduladores selectivos de los receptores de estrógenos) como el tamoxifeno o raloxifeno, también pueden ser una alternativa recomendada ya que reducen los riesgos asociados a la terapia de reemplazo hormonal.
También puede ser útil la toma de suplementos de calcio (1.000 mg/día si toma estrógenos; 1.500 mg/día si no los toma).
Como test de control para seguir la evolución y comprobar la efectividad del tratamiento se utiliza la densitometría ósea.
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