¿Qué es el sindrome de Budd Chiari?
El síndrome de Budd-Chiari es una enfermedad del hígado relacionada con la obstrucción en las venas hepáticas.
La obstrucción se produce por coágulos en las venas del hígado que puede afectar a cualquier vena hepática o incluso a la vena cava inferior.
Esta obstrucción impide que la sangre vuelva al torrente sanguíneo y produce un agrandamiento del hígado y una acumulación de líquido en el abdomen denominada ascitis.
¿Qué incidencia tiene?
El síndrome de Budd-Chiari tiene una incidencia estimada de entre 2 y 3 casos por millón de habitantes.
¿Por qué se produce?
El síndrome de Budd-Chiari suele estar causado por trastornos sanguíneos. Los principales trastornos sanguíneos que la causan son:
Otras posibles causas pueden ser:
- Cáncer de hígado
- Infecciones (Filariasis, Hidatidosis)
- Por efecto de los anticonceptivos orales
- Cambios corporales en el embarazo y tras el parto
- Enfermedad de Behçet
- Membranas en vena cava inferior
¿Qué síntomas presenta?
Los principales síntomas que se presentan son:
- Dolor en la parte superior derecha del abdomen
- Ascitis: Acumulación de líquido en el abdomen
- Hepatomegalia: aumento del tamaño del hígado
- Fiebre
- Hipertensión portal: Aumento de tensión en la vena porta
¿Cómo se puede diagnosticar?
En el examen físico, el médico notará que el hígado está más grande de lo normal. Puede confirmarse este aumento mediante ultrasonidos, resonancia magnética o tomografía computerizada.
¿Existe algún tratamiento?
Existen dos posibilidades para el tratamiento del síndrome de Budd-Chiari:
- Cirugía: La mayoría de los pacientes con síndrome de Budd-Chiari deben someterse a cirugía. La técnica principal consiste en redirigir el flujo sanguíneo a la vena cava. Otras posibilidades son el trasplante de hígado o la utilización de catéteres.
- Medicamentos: Medicamentos anticoagulantes como la uroquinasa pueden usarse con éxito en las primeras fases especialmente cuando aún no se han formado los coágulos completamente.
¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?
Si la cirugía se realiza antes de que se produzca daño hepático permanente, el pronóstico es positivo. En estos casos, las células del hígado dañadas pueden recuperarse.
Si la enfermedad ha hecho un daño hepático irreparable, la cirugía no será tan efectiva.
Fernando Martínez Sáez
Redactor y divulgador de temas científicos, médicos y sanitarios. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
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