El cáncer de hígado es la proliferación incontrolada de células malignas o cancerosas en el hígado.
El hígado es un órgano ubicado en la región superior derecha del abdomen debajo del diafragma y por encima del estómago.
Dentro de los diferentes tipos de cáncer malignos de hígado se pueden distinguir:
Sin duda, el carcinoma hepatocelular es el tumor maligno de hígado más frecuente. Cuando se habla de cáncer de hígado de forma general sin especificar un tipo concreto se hace referencia a este tipo de tumor. Deriva de una transformación anómala de los hepatocitos (las células que conforman el hígado).
El carcinoma hepatocelular suele presentarse en forma de múltiples nódulos esparcidos por el hígado, aunque a veces se puede encontrar como una masa única. En su crecimiento puede infiltrar los tejidos circundantes, provocar su compresión o producir metástasis a otros tejidos por vía sanguínea.
El carcinoma hepatocelular, que es el tipo más común, es característico de personas mayores de 50 años y es más frecuente en hombres que en mujeres. Se estima una incidencia de este tipo de tumor de 5-15 casos por cada 100.000 habitantes.
La tasa de incidencia es mayor en el sureste asiático y en África subsahariana.
El cáncer de hígado constituye el sexto tipo de cáncer más frecuente y la tercera causa de muerte por cáncer.
Actualmente no se conoce la causa exacta de la transformación de las células hepáticas en células tumorales, sin embargo, se han podido determinar algunos factores que en muchos casos predisponen y favorecen su aparición:
Actualmente, gracias al screening con ecografías a la población de riesgo, se detecta el cáncer de hígado en fases precoces cuando aún no ha producido ninguna sintomatología.
Sin embargo, cuando el tumor se detecta por los síntomas es porque ya está muy avanzado. Los síntomas más frecuentes suelen ser:
Otra forma de presentación menos frecuente es el acumulo de líquido con sangre en el abdomen (ascitis hemorrágica).
En estos casos de presentación tardía ya no suelen ser útiles los tratamientos curativos.
Para detectar el carcinoma hepatocelular inicialmente se hace una ecografía abdominal que también sirve como cribado (screening). En caso de encontrar una masa en el hígado de más de 1 cm se debe realizar un escáner (TC-Tomografía Computerizada o RMN-Resonancia Magnética).
Para confirmar el diagnóstico se debe tomar una muestra de la masa con una biopsia y analizarla al microscopio para determinar si son células malignas.
En estadios iniciales se utilizan diversas estrategias terapéuticas con finalidad curativa como por ejemplo:
En los estadios tardíos los tratamientos disponibles son con intención paliativa, para mejorar los síntomas de los pacientes:
Cuando el cáncer se encuentra en una fase temprana y se puede realizar un tratamiento curativo, la supervivencia es del 70% en 5 años.
Sin embargo, en las fases avanzadas, la tasa de supervivencia es muy baja, y el tratamiento solo sirve para mejorar la calidad de vida del paciente.
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