La Fiebre de las Montañas Rocosas es una enfermedad infecciosa y potencialmente letal producida por una bacteria que se transmite a través de las picaduras de garrapatas.
Se trata de una enfermedad infecciosa transmitida por picadura de garrapata. La causa una bacteria de la familia de las Ricketssias (Ricketttsia rickettsii) con tendencia a afectar las células de los vasos sanguíneos y que puede provocar una gran variedad de síntomas (neumonitis, alteraciones cardiacas y neurológicas).
Tras la picadura, la garrapata inyecta las rickttesias a través de las glándulas salivales. El principal vector de transmisión de la fiebre de las Montañas Rocosas en el este y sur de los Estados Unidos es Dermacentor variabilis (la garrapata americana); en contraste, la Dermacentor andersoni predomina al oeste del río Mississippi.
La garrapata de Cayenne (Amblyomma cajennense) es un vector para la transmisión de Rickettesia rickettsii en América Central y del Sur. La garrapata del perro marrón (Rhipicephalus sanguineus) es un vector en México. La garrapata de perro amarillo (Amblyomma aureolatum) también ha sido implicado como un vector en Brasil.
Tiene una distribución geográfica concreta (Estados Unidos, Canadá, México, Centroamérica y algunos países de Sudamérica; Bolivia, Argentina, Brasil y Colombia). Esta distribución coincide con la población de garrapatas.
Los indios americanos que viven en reservas naturales poseen mayores posibilidades de adquirir la infección.
Predomina en zonas rurales y suburbanas. La mayoría de los casos se dan en primavera y verano al coincidir con las actividades al aire libre.
Tiene una incidencia entre 1 y 63 casos por millón de habitantes.
La gravedad de los síntomas puede variar desde carácter leve a fulminante.
El periodo de incubación de los pacientes infectados es de 2 a 14 días después de ser mordidos por una garrapata infectada, con la mayoría de los casos clínicos ocurriendo entre cinco y siete días después de la exposición.
Los síntomas más habituales son
Complicaciones graves
Inicialmente se realiza un diagnóstico de presunción basado en los signos, síntomas y en el contexto epidemiológico del paciente y se iniciará tratamiento antibiótico de forma empírica.
Posteriormente se confirmará el diagnóstico definitivo mediante pruebas de laboratorio:
El tratamiento de elección es la Doxiciclina 200 mg repartido en dos dosis al día que se deberá continuar hasta 3 días después de que el paciente permanezca sin fiebre. Como tratamiento alternativo sería posible utilizar el Cloranfenicol.
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