Las rickettiosis, son un grupo de enfermedades producidas por bacterias que se transmiten al ser humano a través de las picaduras de garrapatas, piojos, pulgas y ácaros.
La bacteria vive en el interior de las garrapatas, piojos, ácaros y pulgas. Se transmiten al hombre a través de la picadura de estos insectos. Posteriormente se diseminan por la sangre produciendo unos síntomas muy variados teniendo una afinidad especial por afectar a los vasos sanguíneos (vasculitis).
Se conocen más de 50 especies de ricketsias, cada una de ellas teniendo una distribución geográfica concreta.
Uno de los mayores factores de riesgo para contraer la enfermedad es el contacto con la naturaleza ya sea por ocio o trabajo (es típica de montañeros, cazadores, leñadores…).
La enfermedad tiene una distribución mundial, predominando en unas determinadas áreas geográficas: Norteamérica, Centro-Europa, África y Asia.
Es una enfermedad con buen pronóstico salvo que haya algún tipo de complicación.
Los síntomas son muy variados, el periodo de incubación y de la enfermedad dependerá de la especie.
Generalmente es una enfermedad con buen pronóstico salvo que haya algún tipo de complicación.
Dado que produce una vasculitis (afectación de los vasos sanguíneos) puede causar síntomas en cualquier parte del cuerpo produciendo complicaciones graves:
Se debe sospechar por los datos clínicos y epidemiológicos (animales en casa, antecedente de picaduras, estancias en el campo, etc...). El diagnóstico de confirmación se realiza mediante:
La enfermedad se trata con antibióticos de la familia de las tetraciclinas (Doxiciclina principalmente). Otros antibióticos útiles podrían ser Trimetoprim-Clotrimoxazol, Cloranfenicol, Rifampicina y quinolonas.