Un pólipo intestinal es una protuberancia o masa anormal de tejido que aparece en la mucosa intestinal, principalmente en el colon y el recto.
Los pólipos intestinales se forman en el revestimiento de los intestinos delgado y grueso y pueden tener formas diferentes. Pueden ser redondeados, con forma de gota o de aspecto irregular que es el caso más frecuente. Pueden variar en tamaño de varios milímetros a unos pocos centímetros.
El término pólipo se refiere a cualquier bulto o crecimiento anormal de tejido que aparece en la superficie de las membranas mucosas.
Alrededor del 30% de la población desarrollará un pólipo intestinal en algún momento de su vida y la probabilidad de sufrirlo aumenta con la edad.
Se estima una incidencia del 30% a los 50 años, del 40% a los 60 años y del 50% a los 70 años.
El principal riesgo de los pólipos intestinales es que el 1% de ellos se vuelven cancerosos (cáncer colorrectal). Debido a que no se puede saber de antemano si los pólipos se volverán malignos todos deben ser consideran sospechosos.
La posibilidad de que un pólipo se vuelva canceroso depende en cierta medida de su ubicación dentro del tracto digestivo:
Se sospecha que una dieta inadecuada con alto consumo de grasas de origen animal y con falta de fibra es la causa que más contribuye a la formación de cálculos de colon.
La mayoría de los pólipos no causan ningún síntoma y se descubren de forma accidental cuando se realiza una endoscopia por otros motivos. Cuando hay síntomas el más frecuente es el sangrado rectal o sangre en las heces.
Los pólipos de gran tamaño pueden provocar obstrucción intestinal y producir dolor abdominal con náuseas y vómitos.
Cuando los pólipos de colon evolucionan hacia un cáncer, comienzan a producir síntomas como sangrado y alteración de los hábitos intestinales.
Existen diferentes pruebas diagnósticas para localizar los pólipos intestinales:
Debido a que los pólipos tardan aproximadamente cinco años en convertirse en cáncer, se recomiendan exámenes de rutina cada tres años.
Todos los pólipos deberían eliminarse eliminarse como medida preventiva.
La mayoría de ellos se pueden extraer a través de un colonoscopio.
Las complicaciones derivadas de los pólipos como la obstrucción intestinal y la intususcepción son emergencias quirúrgicas.
Los pacientes con trastornos hereditarios asociados con pólipos deben someterse a una colectomía total (extirpación total del colon) al llegar a adultos.
El aumento de fibra en la dieta y la disminución del consumo de grasa de origen animal es la medida de prevención más efectiva.
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