
¿En qué consiste el cáncer de colon?
El cáncer de colon o colorrectal es una enfermedad maligna producida por el crecimiento incontrolado de células anormales en la mucosa del colon.
Estas células se originan por mutaciones acumuladas del ADN a lo largo de los años.
En la mayoría de los casos (80%), el cáncer comienza como un pólipo, específicamente un adenoma, que se desarrolla lentamente y puede transformarse en un tumor maligno si no se detecta y extirpa a tiempo.
Sin un tratamiento adecuado, las células malignas pueden:
- Invadir tejidos vecinos dentro del colon o áreas adyacentes.
- Diseminarse hacia órganos distantes como el hígado, pulmones o cerebro (metástasis sanguínea).
- Afectar ganglios linfáticos (metástasis linfática).
¿Dónde puede localizarse el cáncer de colon?
El cáncer de colon puede aparecer en cualquier sección del colon o intestino grueso, como colon ascendente, transverso, descendente, sigmoides o recto.
Puede ser localizado (monoclonal) o presentarse simultáneamente en varias secciones (multiclonal).
¿A cuántas personas afecta?
El cáncer colorrectal es el tercer tipo de cáncer más diagnosticado en el mundo y la segunda causa principal de muerte por cáncer.
Afecta de forma similar a hombres y mujeres siendo más frecuente en personas mayores de 50 años.
¿Cuáles son los signos y síntomas del cáncer colorrectal?
Los principales síntomas del cáncer colorrectal incluyen:
- Cambios en los hábitos intestinales: diarrea o estreñimiento persistente.
- Tenesmo (necesidad continuada de defecar).
- Sangre en las heces.
- Cambio en el diámetro de las heces (son frecuentes las heces delgadas en forma de cinta).
- Dolor o molestias abdominales.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Fatiga (astenia).
- Náuseas o vómitos.
En etapas avanzadas, pueden aparecer síntomas relacionados con complicaciones como obstrucción intestinal o metástasis en órganos distantes.
¿Cuáles son los factores de riesgo para el cáncer colorrectal?
Existen algunos factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de padecerlo:
- Ambientales o relacionados con el estilo de vida:
- Tabaquismo.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Dieta con abundante consumo de carne procesada y embutidos y pobre en frutas y verduras.
- Falta de actividad física (sedentarismo).
- Sobrepeso y obesidad.
- Factores genéticos y antecedentes médicos:
- Antecedentes familiares de cáncer de colon.
- Antecedentes familiares de poliposis adenomatosa familiar y síndrome de Lynch.
- Haber sufrido previamente una enfermedad inflamatoria intestinal (Crohn o colitis ulcerosa).
- Exposición previa a radioterapia en la región abdominal o pélvica.
- Diabéticos.
Las personas de edad avanzada (mayores de 50 años) o de raza afroamericana tienen mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal.
¿Cómo se puede detectar?
La detección temprana es clave, y se recomienda realizar cribado en personas entre 50 y 75 años.
Por ello, se deben realizar exploraciones preventivas como:
- Pruebas en heces:
- Prueba de sangre oculta en heces con guayacol (gFOBT).
- Prueba inmunoquímica fecal (PIF).
- Prueba de ADN en las heces.
- Videocolonoscopia (Video endoscopía digestiva baja o VEDB): Permite detectar y extirpar pólipos, además de tomar biopsias.
- Rectoscopia o rectosigmoidoscopia: Estudia la parte final del colon (recto y sigmoide) donde es más probable la presencia del cáncer.
- Colonoscopia virtual en combinación con TAC (colonografía de tomografía computarizada).
- Diagnóstico por imágenes: Enema opaco, ecografía abdominal, TAC, radiografía directa de abdomen.
Se realiza también un análisis de sangre para detectar el antígeno carcinoembrionario (CEA), un marcador tumoral que se eleva en la sangre en este tipo de cáncer.
Se recomienda en las personas susceptibles de desarrollar cáncer de colon realizar a partir de los 45 años una prueba de sangre oculta en las heces de forma anual o una colonoscopia cada 2 años.
Las personas sin factores de riesgo, deberían realizar pruebas de cribado partir de los 50 años, y repetirlas cada 5 años hasta los 75 años. Para personas mayores de 75 años, la realización de las pruebas depende de su estado de salud y los resultados de exámenes previos.
¿Cuáles son las principales etapas del cáncer de colon?
El cáncer de colon se puede clasificar por etapas en función de la extensión del cáncer. La extensión del cáncer se realiza en función de los tejidos afectados desde la zona más interna hacia afuera (mucosa, submucosa, área muscular propia, área serosa intestinal, ganglios y vasos sanguíneos).
Una clasificación muy utilizada es la clasificación de Dukes modificada por Astler-Coller:
- Dukes A: Cáncer confinado a la mucosa y submucosa (no llega a la capa muscular propia).
- Dukes B1: Invasión hasta la capa muscular propia (sin afectación de ganglios).
- Dukes B2: Extensión más allá de la capa muscular propia hasta la zona serosa o a la grasa pericólica (sin afectación de ganglios).
- Dukes B3: Invasión de órganos vecinos (sin afectación de ganglios).
- Dukes C1: Confinada a la pared del colon y con los ganglios afectados.
- Dukes C2: Transmural traspasando la pared serosa y afectando a los ganglios.
- Dukes C3: Invasión de órganos vecinos y afectando a los ganglios.
- Dukes D: Metástasis a distancia en otros órganos (hígado, huesos, el pulmón, etc.).
¿Qué tratamientos existen para el cáncer de colon?
Para el tratamiento del cáncer de colon existen diferentes opciones de tratamiento de acuerdo al tamaño al del tumor, el estadio, la localización y el tipo celular:
- Cirugía.
- Inmunoterapia.
- Radioterapia.
- Quimioterapia.
- Medicamentos de terapia dirigida.
- Cuidados paliativos.
Cirugía para cáncer de colon en etapa temprana: Si el tumor se encuentra confinado en la mucosa o submucosa se recomienda cirugía mínimamente invasiva:
- Extirpar los pólipos al realizar una colonoscopia (polipectomía).
- Resección endoscópica de la mucosa.
- Cirugía laparoscópica.
Cirugía para el cáncer de colon avanzado: Cuando ya afecta a la capa muscular o de forma más profunda a la pared intestinal:
- Colectomía parcial: Extracción de la parte del colon afectada por el cáncer.
- Ostomía: Creación de una abertura abdominal para la eliminación de desechos.
- Extirpación de los ganglios linfáticos afectados o cercanos.
Inmunoterapia: Uso de fármacos para que el sistema inmunitario sea capaz de detectar y eliminar las células cancerígenas.
Radioterapia: Rayos X y protones dirigidos para destruir las células cancerosas.
Quimioterapia: Se suele administrar tras la operación de cirugía.
Medicamentos de terapia dirigida: Se pueden utilizar estos medicamentos junto con la quimioterapia o cuando la quimioterapia no ha resultado eficaz.
Cuidados paliativos: Para el tratamiento del dolor y otros síntomas de la enfermedad.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Revisor clínico