¿Qué son los testículos en ascensor?
La criptorquidia (testículos en ascensor) es la incapacidad de uno o ambos testículos para descender desde la cavidad abdominal hacia el escroto durante el desarrollo fetal o durante los 4 primeros meses de edad.
Se presenta en más o menos el 3% de recién nacidos y la mayoría de veces ocurre en un solo testículo. En el 10% de los casos la criptorquidia es bilateral.
En los bebés prematuros en mucho más frecuente presentándose casi en el 30%.
En algunos niños puede presentarse ausencia o atrofia del testículo. En otros, el testículo es normal y está aún en el abdomen.
En otros casos, existe un testículo retráctil que a veces está en el escroto y a veces asciende a la ingle y que muchas veces se hace normal en la niñez o en la adolescencia, pero en otras permanece ascendido y requiere cirugía.

¿Cuáles son las causas de la criptorquidia?
Antes del nacimiento, los testículos se desarrollan dentro del abdomen del feto varón.
Normalmente se mueven o descienden a su sitio permanente que es el escroto un mes antes del nacimiento.
La falta de descenso de los testículos puede deberse a anomalías en la producción de andrógenos o al acortamiento del gubernáculo (una estructura embrionaria que guía el descenso del testículo desde el abdomen hacia el escroto durante el desarrollo fetal).
En raros casos, la criptorquidia puede deberse a una alteración de la diferenciación sexual, es decir un feto femenino con genitales aparentemente masculinos.
En casi todos estos bebés, los testículos se moverán hasta el escroto, por sí solos, durante los primeros 4 meses de vida, sin ninguna intervención médica.
¿Cuáles son los posibles factores de riesgo para que se presente la criptorquidia?
Aunque rara vez se diagnostica una causa clara de la ausencia del descenso de los testículos, se han establecido ciertas condiciones en las que parece haber alteraciones de las hormonas que regulan el aparato genital masculino del feto. Entre estos factores están:
- Nacimiento prematuro
- Bajo peso al nacer
- Placenta muy pequeña
- Consumo de alcohol durante el embarazo
- Fumar durante el embarazo
- Sustancias químicas que favorecen malformaciones congénitas como hormonas, el ftalato, algunos cosméticos, ibuprofeno, dietilestilbestrol y pesticidas
- Enfermedades congénitas como el síndrome de Down, el síndrome de Prader-Willi y el síndrome de Noonan
- Enfermedades de la madre como diabetes, obesidad y preclampsia
- Antecedente familiar de criptorquidia
¿Cómo se diagnostica la criptorquidia?
Su médico puede confirmar la ausencia o el escaso desarrollo de un testículo palpando el escroto.
A veces se realizan estudios ecográficos si los testículos no se palpan en el abdomen para preparar mejor la cirugía.
¿Cómo de grave es la criptorquidia?
Los testículos requieren temperaturas más bajas para la producción de espermatozoides. Por lo tanto, los testículos no descendidos no pueden producir espermatozoides maduros debido a una mayor temperatura interna.
La criptorquidia de un testículo no es un problema serio si se corrige de manera temprana.
La criptorquidia bilateral presenta mayor riesgo de infertilidad, cáncer de testículo, hernias escrotales, torsión testicular en el futuro y alteraciones psicológicas por la percepción de anormalidad en el cuerpo.
Se han visto alteraciones en la producción de espermatozoides incluso desde edades muy tempranas, por eso la recomendación actual es descender los testículos a partir de los seis meses de edad en lo posible.
Aún después de que el testículo descienda o de una cirugía correctora, un testículo descendido es más vulnerable a desarrollar un cáncer que uno normal.
¿Cuál es el tratamiento recomendado en la criptorquidia?
En la actualidad no se recomienda el tratamiento hormonal en casos de criptorquidia excepto en los niños con el síndrome de Prader-Willi porque casi nunca resulta eficaz y se demora la realización del mejor tratamiento que es la cirugía.
El tratamiento recomendado es la cirugía de descenso de los testículos llamada orquidopexia.
El objetivo de la cirugía es preservar la futura fertilidad y disminuir la posibilidad de desarrollar un cáncer de testículos. La mejor edad para la intervención es de los 6 a los 18 meses.
La cirugía se puede realizarse de manera abierta en la ingle o por medio de laparoscopia.
Posteriormente, el hombre debe continuar en control médico periódico hasta su vida adulta y realizar de manera periódica el autoexamen de testículo para detectar de manera temprana un posible tumor.




Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico