Un absceso anorrectal es una acumulación del pus en la zona del ano y del recto (parte final del intestino grueso).
Los abscesos perianales (alrededor del ano) suelen ser más sencillos de manejar. Si ya hay una afectación del recto, puede haber más complicaciones.
El objetivo es diagnosticar lo más pronto posible el absceso y drenarlo con cirugía para evitar secuelas graves.
Los abscesos anorrectales suelen presentarse sobre todo en hombres entre los 30 y 40 años.
Sin embargo, existe un tipo de absceso anorrectal específico de los niños.
Cualquier alteración en la piel del ano o en la mucosa del recto que permita la entrada de bacterias puede generar en algunas personas la acumulación de pus (bacterias, células de defensa del cuerpo y sustancias producidas por todas ellas).
Hay diversas causas para que se presente la infección que da pie a un absceso en la zona anorrectal en adultos:
Es más frecuente que se presenten abscesos anorrectales en los siguientes casos:
Se recomienda siempre hacer un control de glucosa en sangre, hemoglobina glicosilada (HbA1C) y examen de orina para detectar una posible diabetes oculta en todo paciente con absceso anorrectal.
En los niños sanos, los abscesos anorrectales suelen presentarse en menores de un año y suelen drenar solos (casi nunca se necesita cirugía) sin tener complicaciones.
En niños con enfermedad intestinal inflamatoria o inmunodeficiencia (defensas naturales bajas) los abscesos son más difíciles de tratar.
Los síntomas más comunes son la aparición de una zona inflamada en el recto o el ano y un dolor pulsátil que puede ser muy intenso con las deposiciones.
Pueden aparecer otros síntomas como:
El principal signo de alarma es que la infección se extienda hacia los genitales, sobre todo en personas diabéticas, dando pie a la gangrena de Fournier, una infección extremadamente grave.
Como con cualquier infección, las alteraciones de la conciencia, de la respiración o el empeoramiento del estado general hacen pensar en una infección generalizada (sepsis).
Generalmente, el tratamiento implica cirugía para abrir y limpiar el absceso. Normalmente se hace con anestesia local o epidural.
Otras opciones son:
En niños, muchas veces se intenta el tratamiento solo con antibióticos para evitar la formación de fístulas luego de una cirugía, pero no se puede hacer tratamiento tan conservador en todos los casos.
Las principales complicaciones de un absceso anorrectal son:
En niños no suele haber complicaciones. Si las hay, se debe investigar una posible enfermedad de Crohn no diagnosticada.
Ver más