La mejor forma de alimentar a un recién nacido o lactante es administrarle la leche de la propia madre. La leche es el alimento básico en la alimentación de los mamíferos jóvenes desde el principio de la historia; es un alimento completo nutritivamente, y suficiente para cubrir todas las necesidades hasta los 4-6 primeros meses de la vida. Contiene proteínas, grasas, hidratos de carbono, vitaminas y oligoelementos.
La lactosa es el único carbohidrato que existe en la leche de nuestra especie, está formada por una molécula de glucosa y otra de galactosa, y es producida exclusivamente por la glándula mamaria.
En la digestión normal, los distintos azucares - lactosa, sacarosa, maltosas - sufren una hidrólisis en las microvellosidades de la mucosa intestinal: por acción de distintas enzimas (lactasas), se desdoblan en monosacáridos, o azucares sencillos, para que puedan ser absorbidos por el intestino.
En algunas ocasiones, la lactosa es responsable de trastornos en niños que son incapaces de desdoblar la molécula de lactosa en 2 monosacáridos (glucosa, galactosa) en la luz intestinal, y conseguir su correcta absorción.
Hay que diferenciar 3 conceptos básicos:
El déficit de lactasa (un defecto o disminución de la enzima lactasa encargada de la digestión de los azcares) es la causa mas frecuente de malabsorción de hidratos de carbono. Puede deberse a varias causas:
1) Congénita
2) Secundaria a una agresión intestinal:
La malabsorción de lactosa produce diarrea por la presencia de hidratos de carbono no absorbidos en la luz intestinal, que aumentan la osmolaridad dentro del intestino. Este aumento de la osmolaridad altera la secreción de agua y electrolitos en el intestino delgado y estimula el peristaltismo intestinal lo que produce diarrea.
La malabsorción de lactosa puede llegar a producir deshidratación, acidosis metabólica y desnutrición.
Parte de la lactosa no absorbida en el intestino delgado sufre una hidrólisis por las bacterias del intestino y se produce ácido láctico y gases (H2, CO y metano) que son los responsables de la flatulencia y el meteorismo.
El cuadro clínico consiste en una diarrea acuosa, con heces ácidas que producen irritación y lesiones alrededor del ano del niño. En los lactantes y niños de corta edad la diarrea puede conducir a una deshidratación y afectación importante de la curva pondo-estatural. También se acompañan de distensión abdominal, flatulencia y dolor de tipo cólico (retortijón).
Consistirá en tratar la causa que produce la lesión intestinal y retirar la lactosa de la dieta por un periodo variable de 4-8 semanas como mínimo, pues en algunas ocasiones puede ser necesario seguir una dieta exenta de lactosa hasta 6 meses. A este fin existen en el mercado varias fórmulas sin lactosa. También hay que eliminar distintos alimentos que contienen lactosa en pequeñas cantidades y podrían contribuir a la falta de éxito en nuestra conducta dietética.