La sinusitis es una enfermedad frecuente que se debe a la inflamación con o sin infección de uno o más de los senos paranasales (cavidades en los huesos del cráneo).
La causa primaria de la sinusitis es la obstrucción de los orificios de los senos nasales.
Esta obstrucción, disminuye la circulación sanguínea y la entrada de aire en la cavidad sinusal, el moco no se puede limpiar de manera adecuada y hay menos oxígeno. Esto favorece el crecimiento bacteriano y la infección.
La sinusitis aguda suele ir precedida de una infección vírica de las vías respiratorias superiores (resfriado).
Los casos en que no se presenta infección son, por ejemplo, la acumulación de moco en la rinitis alérgica, la inflamación después de bucear o viajar en avión por los cambios de presión y la exposición a químicos irritantes.
En la mayoría de casos existe la infección que puede ser aguda o crónica. Los causantes más habituales son los virus, bacterias y rara vez hongos.
Algunos virus que causan sinusitis son: Rinovirus, Virus gripal tipo A, Virus parainfluenza.
El Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis son las bacterias encontradas con más frecuencia en los cultivos de exudación (pus).
En los pacientes inmunosuprimidos (con defensas naturales disminuidas) pueden producirse infecciones de sinusitis por hongos (micóticas).
Otros factores asociados a la sinusitis son:
Los síntomas más frecuentes de sinusitis aguda (aparición repentina y duración de menos de diez días) son:
Los pacientes con sinusitis crónica (duración de más de doce semanas/tres meses) presentan por lo general:
En algunos casos los pacientes no tienen síntomas.
En los niños con sinusitis crónica, la tos es la queja más habitual; la fiebre es menos frecuente.
La historia clínica y la exploración física son esenciales y pueden identificar la sinusitis purulenta en el 80 % de los casos.
En el examen clínico de la sinusitis aguda, se observa la mucosa nasal roja, inflamada, con secreción purulenta y hay sensibilidad del seno a la presión.
La exploración física en la sinusitis crónica puede ser normal o revelar pólipos nasales o secreción nasal purulenta.
La radiografía y la tomografía computarizada (TAC) de senos paranasales no son útiles en la sinusitis aguda y deben reservarse para problemas diagnósticos difíciles y para las sinusitis insensibles a los antibióticos.
La tomografía computarizada es útil para visualizar el contenido y la anatomía ósea de los senos, sobre todo si se sospecha sinusitis esfenoidal y etmoidal o tumores (casos graves).
En los pacientes con sinusitis que repite una y otra vez, hay que considerar factores alérgicos y no alérgicos. Además de las pruebas cutáneas de alergia, son útiles las pruebas de inmunoglobulina, la prueba de cloro en sudor (en busca de fibrosis quística) y los estudios de motilidad ciliar.
En algunos casos, el otorrinolaringólogo podría tener que realizar una endoscopia nasal (rinoscopia) para hacer el diagnóstico de la causa de la obstrucción.
El tratamiento de la sinusitis consiste en eliminar la infección y lograr el drenaje de los senos paranasales.
La sinusitis aguda puede mejorar por completo, pero la sinusitis crónica suele ser de muy difícil control.
La mayoría de sinusitis agudas son virales y no necesitarían tratamiento antibiótico, pero no es fácil diferenciar la causa viral y la bacteriana porque producen los mismos síntomas.
En lo posible, se debería manejar con lavados nasales y descongestionantes y esperar la mejoría espontánea, pero como las sinusitis bacterianas tienen complicaciones graves hay que estar pendientes de los signos de empeoramiento.
En general, si los síntomas han durado más de diez días y hay congestión nasal, secreción nasal mucopurulenta y dolor en la cara, hay necesidad de uso de antibiótico. Igualmente, si ha pasado menos tiempo, pero los síntomas empeoran rápidamente, sobre todo el dolor en la cabeza y en la cara.
La elección y la dosis del antibiótico deben estar en manos del médico después de un análisis juicioso de cada caso en especial.
Es muy importante que el paciente siga las indicaciones de toma del medicamento al pie de la letra para evitar complicaciones. La duración del tratamiento de la sinusitis aguda debe ser de al menos 10 a 14 días y la de la sinusitis crónica de 3 a 4 semanas.
También el médico puede considerar la administración de descongestionantes y corticosteroides con indicaciones muy precisas acerca de su uso.
Si no hay mejoría, podría ser necesario un lavado de senos paranasales realizado por un otorrinolaringólogo.
Es posible que se necesite realizar cirugía en los casos de:
Las intervenciones quirúrgicas deben ir seguidas de tratamiento médico que puede incluir varios medicamentos que son diferentes en cada paciente.
Desde la introducción de los antibióticos, las complicaciones graves de la sinusitis son infrecuentes. Algunas son:
La sinusitis etmoidal aguda es más frecuente en los niños que en los adultos y puede causar tumefacción orbitaria y periorbitaria unilateral y celulitis periorbitaria (inflamación muy severa alrededor del ojo), todas urgencias médicas de manejo inmediato.
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