No hay duda de que algunos de los mejores pacientes y clientes de un pediatra son los niños que acuden a la guardería.
Esto se debe al alto riesgo que tiene un bebé de enfermarse en un medio en el que se encuentran muchos niños, ya que se favorece la diseminación de infecciones con gran facilidad. Una de las labores que tienen que hacer los pediatras es advertir a los padres, desesperados porque su hijo "siempre está enfermo", de que mientras un bebé está en la guardería existe el riesgo de adquirir todo tipo de infecciones, en especial las virales.
Un estudio realizado por la Academia Americana de Pediatría concluye que un niño que asiste a la estancia infantil o guardería tiene más:
que el niño que es cuidado en su casa.
Principalmente la ocasionada por el virus sincitial respiratorio. Las manifestaciones que ocasionan estas infecciones varían desde síntomas de un cuadro gripal leve, hasta bronquiolitis severa y neumonía.
La bronquiolitis es una forma de bronquitis pero son los bronquiolos -que son las ramificaciones menores de los bronquios-, los afectados.
Después de iniciar con catarro, aparece la tos y el niño empieza a respirar muy rápido y puede presentar una respiración acompañada de un silbido y dificultad para respirar. Otros síntomas que pueden presentar los enfermos por el virus sincitial respiratorio son: ronquera, fiebre, faringitis, cianosis (coloración azulada) otitis, conjuntivitis y aumento de las secreciones bronquiales. Por lo general, la enfermedad puede durar entre 7 y 12 días.
Hay ciertos grupos de bebés con mayor riesgo a tener estas infecciones o a presentarlas más severas, tal es el caso de los bebés que han sido prematuros.
No hay un tratamiento efectivo para este tipo de infecciones, únicamente damos tratamiento sintomático.
La lactancia natural puede conferir cierta protección a los bebés contra estas infecciones. En los adultos y en los niños mayores los síntomas ocasionados por estos virus pueden ser los de un cuadro gripal leve, pero ellos pueden ser el foco de contagio para un bebé de riesgo, el cual puede manifestar la enfermedad grave. El virus se disemina por las secreciones, hay estudios que demuestran que el virus que permanece en éstas puede ser contagioso hasta por 6 horas, por lo que insistimos que todos los miembros de la familia de un paciente con riesgo, extremen las medidas que evitan la diseminación, como es el lavado constante de las manos. La persistencia de silbidos en estos niños no condiciona que tenga asma.
Otras bronquitis en la infancia pueden producir cuadros de silbidos en los niños, siendo tan frecuente que 1 de cada 3 niños antes de los 3 años presenta silbidos con un cuadro infeccioso. Suele ser muy frecuente encuadrar y tratar a estos niños como "asmáticos", y esto no es así. Estos niños en general suelen ser hijos de madres fumadoras o prematuros.
El asma solo afecta al 10% de los niños, luego la mayoría de los niños con silbidos no tiene asma, y su tratamiento no son los antiasmáticos.
Los factores de riesgo que condicionan asma infantil en un niño con silbidos son:
Tan solo en estos casos se debe poner un tratamiento con antiasmáticos.
El crup, también llamado laringotraqueitis, es una inflamación de la laringe y la tráquea que ocasiona que se estreche el paso del aire por las vías respiratorias, justo por abajo de las cuerdas vocales; ésto ocasiona dificultad para respirar y respiración ruidosa. Es típico que el crup espasmódico se manifieste súbitamente en la madrugada. El niño se despierta con dificultad para respirar y presenta una tos muy característica conocida popularmente como la "tos de perro".
Generalmente, el crup es causado por un virus. Es frecuente que previamente el niño presente catarro y posteriormente manifieste la tos perruna y el estridor que es cuando su respiración llega a ser ruidosa y difícil. Lo común es que se presente entre los meses de otoño e invierno, aunque puede presentarse en cualquier época del año.
Si el niño se despierta en la madrugada con síntomas de crup se debe de meter a respirar el vapor de la ducha durante 20 minutos, con el agua muy caliente y posteriormente poner un humidificador en su habitación, con lo que mejoran dramáticamente.
Otros niños, cuando son llevados al hospital, respiran bruscamente el aire frío y esto los mejora. También hay que tratar de calmar al niño, ya que el llanto empeora la dificultad para respirar.
Si el niño no puede hablar por la dificultad respiratoria importante, debe de ser llevado al servicio de urgencias del hospital.
En la guardería, los niños se intercambian los juguetes de unos a otros, no se lavan las manos frecuentemente, no se cubren la nariz al toser o estornudar, se meten las manos a la boca y se frotan los ojos y la nariz frecuentemente, lo que hace que se contagien de cuadros gripales en forma inevitable; pero eso no es todo, estas infecciones virales repetidas son propicias para que el niño adquiera otras infecciones causadas por bacterias como son las de los oídos.
Una de las enfermedades de los niños en las que más se prescriben antibióticos son las infecciones de los oídos. Sin embargo, ya hemos comentado la inquietud que existe por la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos, pues cada vez aparecen cepas más resistentes y vemos que los antibióticos de uso común se han vuelto ineficaces a las dosis que usábamos y que para que puedan seguir siendo efectivos tenemos que incrementar las dosis. Durante el mes de abril del 98 se llevó a cabo un panel de expertos en infecciones de los oídos para discutir el tema "Manejo de la otitis media en la era de la resistencia bacteriana". En él se hicieron las siguientes recomendaciones:
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