
¿En qué consiste el cáncer de testículos?
El cáncer de testículos es aquel que afecta a los hombres en los testículos y que puede comprometer su sistema reproductor.
¿Cuáles son los signos y síntomas del cáncer de testículos?
Los principales síntomas o signos relativos al cáncer de testículos son:
- Bulto o hinchazón de un testículo.
- Posible dolor local o sensibilidad.
- Tacto duro en un testículo (algunas veces).
- En niños podría presentarse pubertad temprana por la producción de andrógenos: aparición de vello en la cara y los genitales y cambios en la voz.
- El cáncer de testículo avanzado puede producir síntomas en otros órganos como: dolor de espalda, dificultad para respirar, dolor en el pecho, dolor en el abdomen y dolor de cabeza.
El cáncer de testículos a menudo comienza en las células que producen el esperma. El primer síntoma es un bulto duro del tamaño de un garbanzo. Este bulto normalmente no es doloroso al tacto. En los primeros estadios no hay otros síntomas. Muchos hombres descubren el tumor ellos mismos (mediante el autoexamen de los testículos). Cuanto antes se descubra, mejor. Normalmente sólo afecta a un testículo.

¿Qué tan frecuente es el cáncer de testículo y por qué se produce?
El cáncer de testículo es poco frecuente. Se presenta más o menos en uno de cada 250 hombres.
Sin embargo, es más frecuente en hombres jóvenes, particularmente entre los 15 y los 35 años, y en los hombres blancos que en los negros. Hasta 6% de los casos se pueden presentar en niños y adolescentes.
El cáncer de testículo es primario cuando se origina en los tejidos del órgano o metastásico cuando es fruto de la invasión de otros cánceres especialmente el linfoma y la leucemia y otros como el cáncer de próstata, piel o riñón.
Los principales factores de riesgo para presentar cáncer de testículo son:
- Criptorquidia o testículo no descendido al nacer.
- Antecedente familiar de cáncer de testículo en padre o hermano.
- Enfermedades genéticas como el síndrome de Klinefelter.
- Infección por VIH.
- Cáncer en el otro testículo.
- Raza blanca.
- Edad entre 20 y 34 años.
- Otros factores dudosos que se han encontrado relacionados con el cáncer de testículo son la estatura alta, los golpes en el testículo o el hábito de cabalgar, pero no está comprobada su relación causal con el tumor.
Si se detecta y se trata pronto, el cáncer de testículos frecuentemente se cura.
¿Cómo se puede detectar el cáncer de testículo?
Una autoexploración puede detectar la presencia de un posible crecimiento o tumor dentro del escroto.
El descuido en la rapidez de acudir al médico para ver si el dolor está o no asociado al crecimiento es muy desaconsejable. Por lo tanto, si se descubre un bulto visite a su médico sin esperar. Para confirmar el diagnóstico se le realizará un examen con ultrasonidos.
Un tumor en un testículo es casi siempre maligno (cancerígeno), pero se requiere el examen de un médico para determinar o asegurar que el tumor es tal. Otros problemas que afectan a los testículos y escroto y que pueden producir un bulto que parece similar a los tumores pero que no tienen tanta importancia son:
- Epididimitis.
- Masas escrotales.
- Hidrocele.
- Varicocele.
- Orquitis.
Si tiene un tumor en un testículo será necesaria una extirpación quirúrgica. Si el tumor es maligno, será necesario realizar pruebas de sangre, rayos X, y otros análisis para ver si se ha extendido a otros lugares del cuerpo.
¿Es grave el cáncer de testículos?
Más o menos el 70% de los hombres a los que se les ha diagnosticado un cáncer de testículos viven hasta 5 años o más después del tratamiento. De todas formas, estos porcentajes incluyen cánceres descubiertos en estadios muy tardíos. El tipo de cáncer más frecuente, llamado seminoma, puede ser curado en casi todos los casos si se descubre y se trata pronto.
¿Cuál es el tratamiento recomendado para el cáncer de testículo?
El tratamiento para el cáncer de testículos puede ser:
Quirúrgico
Es necesaria la extirpación quirúrgica del testículo afectado. Esto no implica pérdida de virilidad porque la capacidad que queda en el otro testículo es suficiente para mantener una función sexual normal, así como una función normal en la producción de hormonas. Si se han perdido los dos testículos habrá infertilidad, pero inyectando hormonas masculinas cada 3 semanas más o menos se mantiene en esencia una función sexual normal.
Otras terapias
Se utilizarán la radiación y la quimioterapia para prevenir que se extienda el cáncer a otras partes del cuerpo, así como para combatirlo si ha comenzado a extenderse.
Como uno de los riesgos de la quimioterapia es la muerte de las células de la médula ósea con la consiguiente facilidad para generar infecciones, en caso de necesitarse altas dosis repetidas de quimioterapia en un cáncer de difícil manejo o en un cáncer recurrente, se opta por realizar al tiempo un trasplante de células madre.



Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico