La dismenorrea es el dolor pélvico o abdominal que aparece durante la menstruación o previamente a esta.
Este dolor es producido por contracciones del músculo del útero.
Es un problema que aparece al comienzo de la menstruación que se asocia a calambres en las piernas y a veces, por la intensidad del dolor a cuadros vagales asociados (mareos, náuseas, vómitos, etc.), por lo cual tiende a ser muy incapacitante.
Existen dos tipos principales de dismenorrea:
En la dismenorrea primaria el dolor abdominal se acompaña en la mitad de los casos de otros síntomas, tales como:
El dolor casi siempre comienza unas horas antes iniciarse el flujo menstrual y suele prolongarse de horas a días, por lo general no más de dos días.
En la dismenorrea secundaria, el dolor inicia al momento de iniciar el sangrado u horas después de presentarse éste, suele prolongarse durante el periodo de menstruación y no se acompaña de molestias a otro nivel. Puede presentarse dolor no relacionado con la regla.
Luego de un interrogatorio exhaustivo y un examen físico completo, se suele distinguir con facilidad entre los dos tipos de dismenorrea.
Si hay sospechas de dismenorrea secundaria o si la paciente con dismenorrea primaria no responde a los tratamientos usuales, se opta por solicitar exámenes.
En caso de una dismenorrea secundaria, se trata la causa.
El objetivo del tratamiento en la dismenorrea primaria es disminuir el dolor y los otros síntomas asociados y lograr que la mujer realice las actividades cotidianas de la manera más normal posible.
En el cuadro agudo se utilizan los inhibidores de la prostaglandina que son en general todos los AINEs (antinflamatorios no esteroideos), como pueden ser la aspirina®, el ibuprofeno o el paracetamol.
En casos de dismenorrea primaria severa e incapacitante, estos AINEs también se pueden usar de manera preventiva, recetándolos uno o dos días antes del periodo y en los primeros dos o tres días del mismo por lo menos durante tres ciclos. Para esto, se debe tener un diario menstrual para tratar de seguir un ritmo adecuado de tratamiento.
Algunos tratamientos hormonales con estrógenos y progesterona han demostrado ser útiles. Son el método de planificación de elección en estas mujeres si así lo desean. Si luego de seis meses de tratamiento no hay mejoría, se deben indagar posibles causas de dismenorrea secundaria.
Como medidas caseras se puede utilizar una almohadilla o manta eléctrica para producir calor sobre el abdomen y hacerse masajes abdominales.
No está claro si el ejercicio o los remedios naturales realmente mejoran la dismenorrea, pero muchas mujeres sienten mejoría de los síntomas, en especial con el ejercicio regular.
En algunas mujeres el hecho de embarazarse ha logrado la desaparición de los síntomas, esta situación no se ha aclarado aún y está en proceso de investigación médica, sin embargo existen teorías que hablan de que el cuello de la matriz al ser de mayor longitud o bien estar demasiado estrecho es lo que pudiera provocar la dismenorrea, y es lógico pensar que después de un parto el cuello de la matriz no vuelve quedar con las mismas características que tenía anteriormente, sino un poco más abierto y con esto el sangrado menstrual se vuelve más fluido y desaparece el dolor.
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