La endometriosis es una enfermedad que afecta a las mujeres, caracterizada por el crecimiento del endometrio en cualquier otro lugar del organismo diferente del interior del útero.
El endometrio es el tejido blando que se encuentra dentro del útero y que constituye el sangrado en cada regla.
En la endometriosis, se podría encontrar endometrio cerca del útero, por ejemplo, en las trompas uterinas y en los ovarios, pero también por fuera del útero en la vejiga, en el recto, dentro del abdomen, en cicatrices de antiguas cirugías e, incluso, llegar hasta los pulmones o las meninges en el cerebro.
El problema principal es que el endometrio sigue respondiendo a las hormonas sexuales como si estuviera dentro del útero y puede producir sangrados, adherencias y dolor en el sitio en donde se encuentre.
La endometriosis es una enfermedad crónica y recurrente que suele estar asociada a la infertilidad y que se suele percibir como un dolor abdominal que empeora tras la menstruación, pero puede producir múltiples problemas si se encuentra en otros órganos.
La endometriosis es una enfermedad benigna que no suele evolucionar hacia un cáncer.
Las causas por las que se produce la endometriosis no se conocen con claridad y existen multitud de teorías al respecto.
La principal teoría sobre la causa de la endometriosis es la de la menstruación retrógrada. Se cree que parte del tejido del endometrio fluye hacia dentro del útero, en dirección a las trompas de Falopio para implantarse en otros órganos.
Otros investigadores han postulado que puede deberse a migración de células madre desde la médula ósea, que las células del endometrio migran por la sangre como “metástasis benignas” y otras múltiples explicaciones, pero realmente no se ha llegado a una conclusión clara.
Como no se conoce la causa, no es fácil prevenir ni tratar la endometriosis.
La endometriosis afecta a entre el 5% y el 10% de las mujeres en edad fértil (entre la primera regla y la menopausia).
Es una enfermedad muy frecuente, ya que entre el 30 y el 40 % de las mujeres que presentan problemas de fertilidad son por esta causa y muchas de ellas no han tenido ningún hijo todavía.
Además, es la causa de más del 70% de las mujeres que acuden al médico por dolor pélvico crónico.
Los síntomas son muy variables, desde mujeres que no presentan ningún síntoma hasta otros casos donde se presentan fuertes dolores y se forman grandes quistes de ovario con retención de sangre.
Las mujeres que la padecen pueden percibir los siguientes síntomas:
La intensidad de los síntomas no se corresponde con la gravedad de la enfermedad, ya que puede darse el caso de mujeres que padecen dolores pélvicos severos con una endometriosis leve y mujeres asintomáticas con grandes lesiones en los exámenes.
La endometriosis puede provocar infertilidad si el tejido anómalo impide el paso del óvulo por las trompas de Falopio para alcanzar el útero, pero hay casos en los que no hay alteraciones anatómicas y, de todas formas, hay esterilidad.
Por lo general, se tiene la sospecha de endometriosis cuando se realiza la historia clínica y el examen físico y se toman exámenes como parte del estudio de esterilidad/infertilidad.
También es frecuente encontrar la endometriosis cuando se evalúa a una mujer con dolor pélvico de larga evolución.
El tacto vaginal, la visualización con un espéculo vaginal y la ecografía transvaginal pueden detectar algunas endometriosis cercanas al útero, pero realmente el diagnóstico se confirma con una laparoscopia.
La laparoscopia permite visualizar las lesiones y tomar muestras para una biopsia.
Se trata de introducir un tubo largo y delgado equipado con una cámara a través de una pequeña incisión en la zona abdominal.
Asimismo, la laparoscopia permite realizar un tratamiento quirúrgico en el mismo momento.
Anteriormente, se recomendaba realizar laparoscopia a todas las mujeres con sospecha de endometriosis, pero ahora se prefiere hacer procedimientos menos invasivos primero y reservar la laparoscopia para cuando sea necesario realizar un tratamiento o haya dudas con el diagnóstico.
Los mejores exámenes de estudio inicial de la endometriosis son:
Si se sospecha siembra de endometrio en otras zonas del cuerpo se pueden realizar:
El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y tiene tres objetivos:
En principio existen dos alternativas:
Suele ser muy difícil y no funcionan los tratamientos de dolor crónico como AINEs, antidepresivos ni anticonvulsivantes.
Los tratamientos hormonales funcionan en algunas mujeres y en otras no, por lo cual el tratamiento con ellos debe ser individualizado:
Se han dejado de usar medicamentos que antes se prescribían casi siempre como el Danazol en tabletas.
El danazol actúa alterando los andrógenos, la progesterona y los corticoides, por lo cual produce muchos efectos secundarios indeseables: acné, aumento de peso, sangrado intermenstrual, edema (retención de líquidos), calambres, voz gruesa, aumento del vello en la cara.
Por todas estas razones, ya no se recomienda a no ser que no haya otro medicamento disponible.
La intervención quirúrgica dependerá en gran medida de la magnitud del problema y de si la mujer desea conservar la posibilidad de quedarse embarazada:
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