No existen productos milagrosos que reducen la grasa corporal sin ningún esfuerzo, pero existen fármacos y productos comercializados y en investigación para ayudar al paciente a perder peso junto con una dieta hipocalórica y actividad física moderada.
El orlistat o tetrahidrolipstatina (Xenical® - Lab. Roche), es un potente inhibidor irreversible de unas enzimas llamadas lipasas. La lipasa pancreática es la enzima responsable de la hidrólisis de los triglicéridos (grasa), imprescindible para su absorción. Es un fármaco efectivo en el control de la absorción de la grasa procedente de la dieta.
Actúa a nivel local, en el tracto gastrointestinal y como consecuencia de su mecanismo de acción, aumenta la excreción fecal de grasa, originando una serie de efectos adversos: movimientos intestinales, esteatorrea (diarrea causada por la grasa), calambres abdominales, incontinencia fecal y náuseas.
Estos efectos no parecen ser dosis-dependientes; al parecer, dependen más de la cantidad de grasa ingerida.
La dosis óptima está comprendida entre 100 y 400 mg, tres veces al día y puede administrarse antes, durante o después de las comidas.
La absorción de vitaminas A, D y E pueden estar disminuida, y puede ser necesaria la suplementación de estas vitaminas en tratamientos a medio plazo.
Existen en el mercado otros fármacos aprobados que se utilizan actualmente para el tratamiento de la obesidad. Los principales son:
Algunos fármacos utilizados en el pasado para tratar la obesidad han sido retirados del mercado por sus efectos secundarios y no deberían ser usados actualmente. Por ejemplo:
Además existen otros fármacos actualmente en el mercado como la fluoxetina (Prozac®) utilizados para el tratamiento de otras afecciones (depresión) que no deben ser usados para tratar la obesidad
La sibutramina (Meridia® - Lab. Knoll) o Reductil®, se ensayó para tratar la obesidad pero fue retirado del mercado en España y otros países europeos porque aumentaba el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares (aumento de la tensión arterial y del ritmo cardíaco) sin beneficios claros en la reducción de peso
Los anorexígenos eran medicamentos que reducían el apetito. Se clasifican en:
Los anorexígenos noradrenérgicos actúan a nivel del centro del apetito y presentan acción estimulante del SNC (sistema nervioso central) y riesgo de producir adicción. Por ello, fueron retirados del mercado farmacéutico en España y otros países de la Unión Europea. En cualquier caso, al cabo de 3-8 semanas pierden su acción supresora del apetito (por depleción total de las catecolaminas neurotransmisoras en el hipotálamo).
Se encontraban en este grupo: Dexedrina® (anfetamina), Delgamer® (Anfepramona), Finedal® (Clobenzorex), Antiobes retard® (Fenproporex), Dicel® (Fenproporex), Grasmin® (Fenproporex), Tegisec® (Fenproporex)
Los anorexígenos serotoninérgicos actúan a nivel del centro de la saciedad. También fueron retirados del mercado farmacéutico en España y otros países de la Unión Europea.. Pueden producir hipertensión pulmonar primaria. Además se han detectado ciertas anomalías cardíacas (valvulopatías) en pacientes con tratamiento conjunto de fenfluramina y fentermina.
Pertenecían a este grupo: Dipondal® (Dexfenfluramina), Ponderal® (Fenfluramina)
La fluoxetina (Prozac®) es un antidepresivo, inhibidor de la captación de serotonina, que presenta un mecanismo de acción igual al de los anorexígenos serotoninérgicos.
Está aprobada por la FDA americana y por el Ministerio de Sanidad y Consumo español, para tratamiento de depresión, bulimia y desórdenes obsesivos compulsivos, pero no para reducir peso.
Se han realizado ensayos clínicos en los que se demuestra que es efectivo en el tratamiento de la obesidad utilizándolo durante 8 semanas. Sin embargo la mayoría de los pacientes vuelve a ganar peso a pesar de la medicación, si se prolonga el tratamiento durante 16-20 semanas. La dosis utilizada es de 60 mg/día, triple de la empleada como antidepresivo, con el consecuente riesgo de toxicidad.
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