
¿Qué es la artritis reactiva?
La artritis reactiva es una enfermedad inflamatoria que se desarrolla como respuesta a una infección gastrointestinal o del tracto urinario.
Las artritis reactivas se caracterizan por inflamación articular no supurada que se manifiesta después de una infección en otra parte del organismo, principalmente infecciones intestinales o genitales.
La artritis reactiva es una enfermedad reumática, conocida previamente como síndrome de Reiter.
¿Cuál es la causa de la artritis reactiva?
La artritis reactiva es una enfermedad ocasionada tanto por factores ambientales como genéticos.
Esta enfermedad suele aparecer después de infecciones gastrointestinales o genitales causadas por bacterias como Salmonella, Shigella, Yersinia, Campylobacter y Chlamydia trachomatis. También se han descrito casos relacionados con Clostridioides difficile, Mycoplasma y Neisseria gonorrhoeae.
Después de la infección, que provoca una reacción autoinmune (en contra del propio cuerpo) se genera inflamación en las articulaciones, principalmente en la membrana sinovial (que recubre las articulaciones) y en las entesis (puntos donde los tendones o ligamentos se insertan en el hueso). Menos frecuentemente, también puede afectar la piel y las mucosas.
Un factor genético importante es el HLA-B27. Las personas que portan este marcador genético tienen mayor riesgo de desarrollar formas más severas de la enfermedad. Por ejemplo, en la artritis reactiva causada por Yersinia, los individuos HLA-B27 positivos presentan con más frecuencia uretritis, manifestaciones en piel y mucosas, y dolor lumbar, en comparación con los que no tienen este marcador.
Hay que tener en cuenta que en el 25% de los casos de artritis reactiva no es posible identificar la infección previa.
¿Qué incidencia tiene la artritis reactiva?
Se estima que la prevalencia de la artritis reactiva es de 30 a 40 casos por 100.000 personas, y que la incidencia anual es de 5 a 28 casos por cada 100.000 personas.
Afecta principalmente a adultos entre 20 y 40 años.
La artritis reactiva afecta al 1-3% de los pacientes con una infección intestinal o genitourinaria, salvo en la yersiniosis en la que la artritis reactiva aparece en el 10-33% de los individuos que padecen la enfermedad intestinal.
La artritis reactiva posterior a una infección del tracto gastrointestinal afecta por igual a hombres y mujeres, mientras la posterior a una infección del tracto genitourinario afecta con mayor frecuencia a hombres que a mujeres (proporción 9:1).
Es más frecuente en pacientes con infección por VIH.
¿Cuáles son los principales síntomas de la artritis reactiva?
Los síntomas suelen comenzar de 1 a 4 semanas después de sufrir la infección genitourinaria o gastrointestinal.
La artritis reactiva se caracteriza básicamente por la tríada de:
- Artritis: Inflamación dolorosa de las articulaciones. Afecta principalmente las extremidades inferiores (rodillas, tobillos y pies), aunque las manos y muñecas también pueden verse involucradas.
- Conjuntivitis: Inflamación ocular que causa enrojecimiento del ojo y lagrimeo.
- Uretritis o cervicitis: Inflamación de la uretra con dolor y ardor al orinar o del cérvix (cuello de útero) en mujeres.
La tríada podría no siempre estar presente.
Además, pueden aparecer también otros síntomas como:
- Inflamación de otras mucosas, como colitis, o balanitis circinada (inflamación del pene).
- Lesiones en la piel y las uñas (queratodermia blenorrágica y distrofia ungueal).
- Entesitis (inflamación en la inserción de los tendones) como la tendinitis de Aquiles.
- Dactilitis (inflamación de los dedos).
- Uveítis (inflamación interna del ojo).
- Trastornos cardíacos y aortitis.
- Fiebre.
- Fatiga.
- Aftas (úlceras en la boca).
¿Cómo se diagnostica la artritis reactiva?
No existe una prueba específica para diagnosticar la artritis reactiva. El diagnóstico se basa en los síntomas y su evolución, el aantecedente de infección y la exclusión de otros diagnósticos.
Se sospecha la artritis reactiva cuando un enfermo presenta una artritis periférica de más de un mes de duración, acompañada de uretritis y/o cervicitis.
Se recomienda realizar hemograma, VSG, PCR, serologías o PCR para clamidia, cultivos de heces, así como estudios de imagen (ecografía, resonancia nuclear magnética RNM) en casos seleccionados dependiendo de la afectación del paciente.
¿Cuál es el tratamiento recomendado en caso de artritis reactiva?
El tratamiento de la artritis reactiva depende de la fase de la enfermedad.
Si la infección aún está activa, se prescribirán antibióticos. Sin embargo, erradicar la bacteria no siempre elimina la inflamación articular.
Por lo demás, las medidas de tratamiento más adecuadas de las artritis reactivas son la terapia física y los antinflamatorios no esteroideos AINEs.
Entre los ejercicios recomendados, la natación es especialmente adecuada, mientras que deben evitarse los deportes de contacto.
Los AINE son la parte esencial del tratamiento. Los más usados son la indometacina, el diclofenaco sódico, el naproxeno y el ibuprofeno.
Los esteroides no han dado resultados satisfactorios y se mantiene la preferencia por los AINE. En casos persistentes, pueden emplearse corticoides intraarticulares.
En la artritis reactiva, los DMARD (fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad, también conocidos como FARME) como la sulfasalazina y el metotrexato se reservan para casos persistentes o crónicos, especialmente con afectación poliarticular o riesgo de daño articular, cuando los AINEs y esteroides no son suficientes.
En pacientes refractarios se consideran agentes biológicos como los inhibidores del factor de necrosis tumoral o anti TNF o los inhibidores de la interleucina como el anti-IL-6 y el anti-IL-17.
¿Cómo evoluciona la artritis reactiva?
La duración media del primer ataque es de 19 semanas, aunque puede variar entre 2 semanas y más de 12 meses; en el 60-70% de los casos dura menos de 6 meses.
Sin embargo, aunque la artritis reactiva a menudo es autolimitada y remite en semanas o meses, hasta un 30%–50% de los pacientes desarrollará una enfermedad crónica que frecuentemente presenta periodos de mejoría y empeoramiento.
En el 42% de las recaídas no se detectan infecciones uretrales, por lo que se considera más adecuado hablar de recaídas que de nuevos ataques.
Si hubo afectación ocular inicial, es probable que reaparezca en recidivas. En el seguimiento de los pacientes diagnosticados de artritis reactiva se observó que la uveítis no era frecuente en los primeros años y que se manifestaba una vez transcurridos 5-10 años.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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