
¿Qué es la cervicitis?
La cervicitis es la inflamación del cérvix, también llamado cuello uterino, que en muchos casos está causada por una infección.
El cérvix, cuello de útero o cuello uterino es la parte inferior del útero que lo conecta con la vagina. La parte más cercana a la vagina, y visible por procedimientos como la colposcopia, se llama exocérvix y la parte del cuello más cercana al útero, se denomina endocérvix.

Si la cervicitis afecta al exocérvix se denomina exocervicitis y si afecta al endocérvix se llama endocervicitis.
Si no se trata adecuadamente, la inflamación puede extenderse a otras partes del sistema reproductivo, como el endometrio (causando endometritis) o los órganos pélvicos (provocando enfermedad inflamatoria pélvica).
Esta afección es más común en mujeres jóvenes y sexualmente activas, especialmente durante la adolescencia tardía y la edad adulta temprana, debido al inicio de las relaciones sexuales.
¿Por qué se produce?
La cervicitis puede cursar de forma repentina (aguda) en cuyo caso suele estar ocasionada por infecciones de microorganismos o puede presentarse como un trastorno de larga duración (crónico) cuya causa por lo general no es infecciosa.
Las infecciones que con mayor frecuencia producen cervicitis en su forma aguda incluyen infecciones de transmisión sexual como:
- Infección por clamidias (clamidiasis) que suele ser la causa más frecuente.
- Gonorrea (segunda causa más frecuente).
- Herpes genital.
- VPH (virus del papiloma humano).
- Infección por citomegalovirus.
- Micoplasma genital.
- Tricomoniasis.
- Infecciones vaginales bacterianas.
- Candidiasis.
La infección del cuello uterino aumenta el riesgo de contagio del VIH.
Además de las causas infecciosas, existen otras causas no infecciosas que pueden causar cervicitis:
- Alergia al látex.
- Alergia a productos químicos como espermicidas o cremas vaginales.
- Dispositivos anticonceptivos (diafragma, DIU o capuchón cervical).
- Enfermedades sistémicas (enfermedad de Behçet, sarcoidosis, conjuntivitis lignea).
- Déficit de estrógenos (por la menopausia o medicamentos androgénicos).
- Pruebas y procedimientos ginecológicos (biopsias, legrados, etc.).
¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar cervicitis?
Los principales factores que aumentan el riesgo de desarrollar cervicitis incluyen:
- Múltiples parejas sexuales.
- Inicio temprano de relaciones sexuales.
- Trauma cervical después del nacimiento.
- Comportamientos sexuales de alto riesgo.
- Personas inmunodeprimidas (con el sistema inmunitario debilitado).
- Tabaquismo.
- Mujeres posmenopáusicas, debido a que la cervicitis a veces está relacionada con la falta de estrógenos.
¿Qué signos y síntomas produce?
En muchas ocasiones no se aprecia ningún síntoma. En caso de que aparezcan los más frecuentes son:
- Leucorrea (flujo vaginal inusual y persistente), de color blanquecino o amarillento o verdoso dependiendo del microorganismo que lo causa.
- Sangrado intermenstrual (también llamado metrorragia).
- Sangrado después de una relación sexual.
- Dispareunia (relación sexual dolorosa).
- Dolor vaginal.
- Necesidad frecuente de orinar (también denominada poliuria).
- Ardor o picazón en el área vaginal (prurito vaginal).
Como ya se ha indicado, en ocasiones, la cervicitis puede ser crónica.
¿Cómo se puede diagnosticar?
El método estándar para diagnosticar la cervicitis es a través de un examen pélvico y prueba de Papanicolaou.
Durante el examen pélvico, el médico observa las características del cuello uterino y posteriormente se toma muestra de las secreciones cervicales para observar las células y/o microorganismos presentes. También se usa tinción de Gram que permite ver microorganismos que el Papanicolau no permite.
Las cervicitis repetidas aumentan la posibilidad de sufrir un cáncer cervical o de cuello uterino. Por eso, a veces se requiere una biopsia para tomar una muestra de tejido del área afectada y descartar el cáncer de cuello uterino.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda iniciar las pruebas de Papanicolaou a los 21 años, repitiéndolas cada 3 años. En casos de síntomas o factores de riesgo, se pueden realizar antes.
¿Cuál es el tratamiento recomendado?
La primera medida para el tratamiento de la cervicitis suele ser la administración de antibióticos (que dependerá del tipo de microorganismo causante).
Los más utilizados son ceftriaxona, doxiciclina, y azitromicina. Deben ser recetados bajo supervisión médica según el tipo de cervicitis.
Si estos medicamentos no muestran eficacia se pueden realizar los siguientes procedimientos:
- Procedimiento de escisión electroquirúrgica con asa (LEEP).
- Crioterapia.
- Electrocoagulación.
- Tratamiento con láser.
Las mujeres deben abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que la infección remita en ellas y en sus parejas.
Una vez completado el tratamiento se deben realizar de nuevo las pruebas al de 3 o 6 meses para comprobar que se ha controlado la infección.
¿Qué pronóstico tiene?
La cervicitis suele curarse completamente con el tratamiento adecuado. Sin embargo, en casos graves o crónicos, los síntomas pueden persistir durante meses.
Si la cervicitis fue causada por una enfermedad de transmisión sexual, ambos miembros de la pareja deben ser tratadas con medicamentos.




Fernando Martínez Sáez
Redactor y divulgador de temas científicos, médicos y sanitarios. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
Autor originalDr. José Antonio Zumalacárregui
Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Revisor clínico