¿Qué es la hipotermia?
Se denomina hipotermia cuando la temperatura corporal cae por debajo de los 35ºC.
La temperatura corporal adecuada debe situarse entre 36.1ºC °C y 37.8ºC. La supervivencia depende de mantener la estabilidad de la temperatura dentro de este rango.
Cuando se produce una pérdida de calor por efectos ambientales u otras causas, el cerebro desencadena respuestas fisiológicas para restablecer el equilibrio. Por ejemplo, los temblores ayudan a la producción de calor al acelerar el metabolismo.
Pero si el frío es demasiado elevado y las defensas del cuerpo son inadecuadas, la temperatura corporal comienza a caer.
Se considera que la hipotermia comienza una vez que la temperatura corporal alcanza los 35ºC, aunque incluso pequeñas caídas de temperatura pueden tener un efecto adverso.
¿Por qué se produce?
La hipotermia es más frecuente en personas que viven en climas fríos, pero puede afectar a personas especialmente mayores en otro tipo de climas asociada con el alcoholismo, la drogadicción, las enfermedades mentales y los accidentes por inmersión en agua fría.
¿Qué tipos de hipotermia existen?
Existen dos tipos de hipotermia:
- Hipotermia primaria: Ocurre cuando los mecanismos de equilibrio de calor corporal funcionan correctamente, pero el frío es extremo, generalmente por exposición a aire frío o inmersión en agua fría.
Los recién nacidos y los ancianos son más susceptibles y pueden presentar hipotermia primaria en temperaturas más altas que otras personas. - Hipotermia secundaria: Afecta a personas cuyos mecanismos de equilibrio de calor corporal están dañados y no pueden responder adecuadamente al frío moderado o incluso leve. Los mecanismos de equilibrio térmico del cuerpo pueden fallar por varias razones:
- Accidentes cerebrovasculares
- Diabetes
- Desnutrición
- Infección bacteriana
- Enfermedad tiroidea
- Lesiones de la médula espinal (que evita que el cerebro reciba información crucial relacionada con la temperatura de otras partes del cuerpo)
- Uso de medicamentos y otras sustancias, como el alcohol, que afectan el cerebro o la médula espinal
- Quemaduras extensas y alteraciones de la piel como psoriasis y eritrodermias donde se pierde calor en exceso
La hipotermia secundaria también afecta a menudo a los ancianos, que pueden estar tomando medicamentos o padeciendo enfermedades que afectan a su capacidad de conservar el calor.
Además, los temblores y el estrechamiento de los vasos sanguíneos, dos de las defensas del cuerpo contra el frío, no se desencadenen tan rápidamente en las personas mayores.
¿Qué síntomas se presentan en caso de hipotermia?
La hipotermia después del antecedente de exposición al frío intenso o inmersión en agua helada puede ser obvia. Sin embargo, sin estos antecedentes, podría ser difícil de diagnosticar.
La disminución de la temperatura central a menos de 35ºC es el primer signo de alarma.
Las señales de que se puede estar padeciendo hipotermia incluyen:
- Temblores intensos
- Rigidez y entumecimiento en brazos y piernas
- Torpeza y descoordinación
- Somnolencia, confusión y desorientación
- A veces agitación e irritabilidad: la persona puede querer arrancarse la ropa como si así se quitara el frío (desnudez paradójica)
- Amnesia y comportamiento irracional
- Dificultad para hablar
Los signos y síntomas de la hipotermia siguen un curso típico, aunque las temperaturas corporales a las que ocurren varían de persona a persona según la edad, la salud y otros factores.
La coordinación, por ejemplo, puede comenzar a verse afectada tan pronto como la temperatura corporal alcance los 35ºC. Los primeros signos de hipotermia también incluyen piel fría y pálida y temblores intensos que se detienen entre 32.2ºC y 30ºC.
A medida que la temperatura corporal continúa bajando, el habla se ve afectada, los músculos se ponen rígidos y la víctima se desorienta y experimenta problemas de visión.
Otros efectos perjudiciales incluyen la deshidratación, así como la insuficiencia hepática y renal.
La frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria y la presión arterial aumentan durante las primeras etapas de la hipotermia, pero disminuyen una vez que se baja de 32.2ºC.
Por debajo de 30ºC la mayoría de las personas entran en coma, y por debajo de 27.8ºC el ritmo cardíaco se altera peligrosamente.
Sin embargo, incluso a temperaturas corporales muy bajas, las personas pueden sobrevivir durante varias horas y revivir con éxito, aunque parezcan estar muertas.
¿Qué pruebas diagnósticas se pueden realizar?
En la hipotermia el pulso, la presión arterial, la temperatura y la respiración requieren monitoreo constante.
La temperatura que se debe medir es la llamada temperatura corporal central cuyo ideal es la que se toma directamente en la arteria pulmonar.
Como esta toma de temperatura es muy invasiva, por lo general se opta por colocar el termómetro en otras zonas que en orden de exactitud en la toma de la temperatura son: esófago (por medio de una sonda), tímpano, vejiga y recto.
No debe medirse ni en la boca ni en la piel.
Como a veces no es fácil tomar la temperatura central, por ejemplo, en rescates en la nieve y otras emergencias, en Suiza se comenzó a utilizar una clasificación que se relaciona muy bien con la temperatura probable de la persona y básicamente establece cinco grados de hipotermia basados en el examen físico:
- Leve: (35 a 32ºC): Víctima consciente y temblando
- Moderado (32-28ºC): Víctima somnolienta que no tiembla
- Grave (28-24ºC).: Víctima inconsciente con pulso y respiración
- Profundo (13,7-24ºC): Muerte aparente
- Irreversible (<9-13ºC): Cuerpo totalmente congelado
Esta clasificación tiene sus limitaciones, pero sirve para actuar con rapidez y enviar al centro especializado que corresponda.
Otras herramientas de diagnóstico incluyen:
- Electrocardiografía, que se utiliza para evaluar el ritmo cardíaco
- Análisis de sangre y orina, que proporcionan información clave: principalmente los niveles de potasio en sangre y los gases arteriales pueden ayudar al tratamiento
- Radiografía de tórax
- Tomografía computarizada o una resonancia magnética para detectar lesiones cerebrales
¿Qué tratamiento es recomendable ante una hipotermia?
Las medidas generales en personas con hipotermia son:
- Se debe solicitar ayuda de emergencia cuando una persona presente síntomas de hipotermia.
- Hasta que llegue la ayuda de emergencia, debe llevarse a la persona a un refugio y calentarla quitándole la ropa y el calzado mojados, secando la piel y envolviéndola en mantas calientes o un saco de dormir.
- Es necesario mover de forma delicada a la víctima y no dejar que se mueva mucho, se levante o camine para evitar el afterdrop, es decir el efecto de recaída de la temperatura luego del recalentamiento que se asocia con fibrilación ventricular y parada cardiaca.
- Frotar la piel o darle alcohol a la víctima puede ser dañino, aunque se recomiendan dar bebidas calientes (té o sopa) a aquellos que pueden tragar.
- Cualquier persona que ayude a una víctima de hipotermia debe buscar signos de congelación y tener en cuenta que intentar calentar un área congelada del cuerpo antes de que llegue la ayuda de emergencia puede ser extremadamente peligroso. Por esta razón, las áreas congeladas deben mantenerse alejadas de fuentes de calor.
El tratamiento hospitalario básico de la hipotermia es el recalentamiento. La forma de recalentamiento depende de la temperatura corporal. Se utilizan diferentes enfoques para pacientes con hipotermia leve (32.2-35ºC), moderada (30-32.2ºC) o severa (menos de 30ºC):
- Hipotermia leve (32.2-35ºC): se revierte con recalentamiento pasivo. Esta técnica se basa en usar el propio metabolismo del paciente para calentar el cuerpo. Una vez que se quita la ropa mojada y la piel se seca, el paciente se cubre con mantas y se coloca en una habitación cálida.
- Hipotermia moderada (30-32.2ºC): a menudo se trata primero con recalentamiento externo activo y luego con recalentamiento pasivo. El recalentamiento externo activo implica aplicar calor a la piel con un baño caliente o mantas térmicas eléctrica en todo el cuerpo al mismo tiempo. El recalentamiento externo activo que se realiza solo en las piernas parece también generar el efecto de recaída (afterdrop). En medio hospitalario se maneja con oxigenoterapia, fluidos intravenosos tibios, relajantes musculares, antiarrítmicos cardiacos y, a veces, marcapasos cutáneo.
- Hipotermia severa (menos de 30ºC): requiere un recalentamiento interno activo, que también se recomienda para algunos casos de hipotermia moderada. Existen varios tipos de recalentamiento interno activo. El bypass cardiopulmonar, en el que la sangre del paciente circula a través de un dispositivo que la calienta y luego regresa al cuerpo, se considera la mejor opción.
El tratamiento de la hipotermia también puede incluir, entre otras medidas:
- Administración de insulina.
- Administración de antibióticos.
- Terapia de reemplazo de líquidos.
Cuando el corazón se ha parado, son necesarias tanto la reanimación cardiopulmonar (RCP) como el recalentamiento.
¿Qué pronóstico tiene?
Las víctimas de hipotermia leve o moderada generalmente tienen recuperación completa.
Con respecto a los pacientes con hipotermia severa, el pronóstico de supervivencia varía debido a las diferencias en las respuestas fisiológicas de las personas al frío.
¿Qué medidas se pueden tomar para prevenir la hipotermia?
Las personas que viven en climas fríos pueden reducir la pérdida de calor usando ropa holgada y con varias capas y manteniendo sus manos, pies y cabeza bien cubiertos (del 30 al 50% del calor corporal se pierde a través de la cabeza).
Debido a que el agua extrae el calor del cuerpo con facilidad, es importante mantenerse seco, y la ropa y el calzado mojados deben reemplazarse lo más rápido posible. Las prendas exteriores resistentes al viento y al agua también son cruciales.
Se debe evitar el alcohol porque promueve la pérdida de calor al expandir los vasos sanguíneos que llevan el calor del cuerpo a la piel.
El hogar de las personas de edad avanzada debe estar adecuadamente aislado y permanecer caliente. Las personas mayores que viven solas en climas fríos deben ser visitadas regularmente.
Fernando Martínez Sáez
Redactor y divulgador de temas científicos, médicos y sanitarios. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico