La mononucleosis es la infección vírica aguda causada por el virus de Epstein-Barr caracterizada por la triada de fiebre, faringitis y aumento de tamaño de los ganglios linfáticos.
Es una enfermedad contagiosa benigna que no suele presentar complicaciones pero cuyo síntoma principal que es la fatiga puede prolongarse durante meses.
La mononucleosis es una enfermedad viral provocada principalmente por el virus de Epstein-Barr (VEB) que pertenece a la familia de los herpevirus.
En raras ocasiones puede estar causada por el citomegalovirus u otros virus.
La vía de contagio más frecuente del virus es por la saliva, por lo que se la conoce como "enfermedad del beso". Se transmite a través de saliva infectada por el virus al toser, estornudar, besar o compartir vasos o cubiertos.
Suele aparecer en forma de brotes que afectan simultáneamente a múltiples personas pero a veces hay casos aislados.
A pesar de la creencia popular su contagiosidad es baja.
Afecta principalmente a niños, adolescentes y adultos jóvenes de entre 15 y 35 años de ambos sexos por igual.
El 90 % de los adultos ha tenido contacto con el virus en mayor o menor intensidad. La edad típica de contagio es la pubertad y adolescencia, aunque puede darse en niños más pequeños.
El periodo de incubación de la enfermedad es de entre 4 y 7 semanas tras las cuales comienzan a aparecer los primeros síntomas.
Las personas con mononucleosis suelen presentar los siguientes síntomas:
Inicialmente se observan síntomas de la enfermedad asociados a inflamación de los ganglios y el posible aumento del tamaño del bazo, como fiebre, dolor de cabeza y dolor de garganta.
Posteriormente y de forma variable pueden aparecer otros síntomas como:
Se puede realizar un análisis rápido para comprobar la presencia del virus en la sangre (serología), así como frotis faríngeo para descartar amigdalitis por estreptococo (que está frecuentemente asociada).
La serología para anticuerpos del virus de la mononucleosis es lo que determina el diagnóstico definitivo. Si aparecen los denominados IgM anti VCA, la enfermedad está en fase aguda, mientras que tras la infección aguda aparecen los anticuerpos IgG anti VCA.
Dado que estas pruebas tardan tiempo, en algunos centros sanitarios se utiliza el test de Paul-Bunnell como prueba rápida de diagnóstico.
Como no existe tratamiento curativo para el virus de Epstein-Barr, se recomiendan cuidados paliativos que incluyen el descanso durante unas semanas, una adecuada hidratación, y antitérmicos para la fiebre.
Los consejos generales son:
Si aparece dolor agudo intenso en la parte superior izquierda del abdomen, debe acudir urgentemente a su médico, quien deberá descartar una posible rotura de bazo. Si esto se confirma, la persona afectada debe ser intervenida quirúrgicamente de forma urgente para extirparle el bazo.
La mononucleosis es una enfermedad benigna, que sólo en casos rarísimos se asocia con complicaciones de corazón o del cerebro (menos del 1% de los casos).
La fiebre puede llegar a ser elevada, y suele alcanzar su máximo por la tarde o al anochecer, con una temperatura próxima a los 39.5 °C.
La mayoría de las personas mejora en un plazo de 2 a 4 semanas. La fatiga suele ser generalmente máxima durante las primeras 2 o 3 semanas. Cuando predominan la fiebre y la fatiga (la denominada forma tifoidea de la enfermedad), la curación puede ser mucho más lenta.
Los síntomas generales de la mononucleosis infecciosa, como son el cansancio, las cefaleas, la fatiga, la pérdida de apetito, etc., pueden durar de 2 a 3 meses, sobre todo en personas de más edad, sin que esto suponga una complicación obligatoriamente.
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