Los medios de contrastes radiológicos (MCR) son sustancias introducidas artificialmente en el organismo para aumentar las diferencias de absorción de radiación entre órganos.
La mayoría de ellos (MONOMEROS IONICOS) tienen una estructura básica común: El ácido benzoico triyodado (un anillo bencénico sustituído con yodo en tres posiciones), presentado en sales cuyo catión es el Na (sodio), o el azúcar meglumina (N-metilglucamina), o una mezcla de ambas sales.
En solución acuosa (cuando se inyectan IV), se disocian en un anión yodado característico del compuesto y uno de los cationes: el Na (sodio) o la metilglucamina.
Para alcanzar una concentración adecuada para uso intravascular, requieren un contenido en yodo de al menos 200 mg I/ml, y para alcanzar esta concentración de yodo necesaria, deben ser administrados en formas hipertónicas (aprox. 5 veces) con respecto al espacio vascular.
En la última década se han introducido los llamados "MCR isoosmóticos", que son de dos tipos:
Todos estos contrastes "isoosmolares" presentan una incidencia mucho menor de reacciones adversas, sobre todo de tipo menor. La frecuencia con la que provocan estas reacciones no ha sido establecida con seguridad, pero también pueden provocar reacciones anafilactoides.
De un 5 a un 8 % de los pacientes a los que se administra un medio de contraste radiográfico (MCR) sufren reacción adversa, que en el 0,1% de los casos es grave y en 1 de 40.000 - 50.000 fatal (ciertos autores dieron una proporción de 1 de cada 10.000).
Las manifestaciones clínicas pueden clasificarse por el tipo de reacción (anafilactoides, cardiopulmonares y diversas), también por su gravedad (menor o mayor). Consultar la tabla 1 (Contrastes: Manifestaciones Clínicas). Estas reacciones, exceptuada la insuficiencia renal, suelen producirse en los 3 a 10 minutos siguientes a la inyección.Ciertas enfermedades pueden aumentar el riesgo de que se produzcan reacciones frente a determinados medios de contraste, ver tabla 2 (Contrastes: Factores de Riesgo). Aunque estas reacciones pueden producirse con cualquier vía de exposición, son especialmente frecuentes con la administración intravascular.
Aunque muchas reacciones a medios de contraste semejan las mediadas por IgE (Alergia), existen pocas pruebas indicativas de que dichas reacciones tengan una mediación inmunológica. La explicación más probable (aunque no demostrada), en el caso de las reacciones anafilactoides, es que el MCR provoca la liberación no inmunológica de mediadores en los pacientes susceptibles. Las posibles causas de las otras reacciones comprenden los efectos quimiotóxicos directos, la activación no inmunológica del complemento, los efectos hemodinámicos de la solución hipertónica, la estimulación vagal u otros.
La mayoría de las muertes que se producen como consecuencia de la administración de MCR no van acompañadas de los caracteres clínicos ni anatomopatológicos de la anafilaxia, y en las autopsias no suele descubrirse la causa inmediata de la muerte. En consecuencia, la mayor parte de las reacciones fatales a MCR se consideran de causa desconocida.
Los MCR activan el complemento, con caídas significativas en los niveles de complemento en grandes porcentajes de sujetos que los reciben, aunque estas caídas no se relacionan consistentemente con la presencia de reacciones anafilactoides. Tampoco existe predilección por estas reacciones en las enfermedades que cursan con activación del complemento.
Los MCR activan el complemento por medio de interacciones únicas no relacionadas con las vías clásica o alternativa.