
¿Qué es la polimialgia reumática?
La polimialgia reumática es una enfermedad que causa dolor y rigidez en los grupos musculares proximales (cuello, hombros y caderas principalmente) acompañado de síntomas generales inespecíficos.
Es una enfermedad reumática muy similar a otras, por lo cual el diagnóstico diferencial es fundamental para realizar el tratamiento adecuado.
¿Cuál es la causa de la polimialgia reumática?
Se desconocen las causas de la polimialgia reumática.
En algunos pacientes, la polimialgia reumática es una manifestación de una arteritis de células gigantes subyacente (también llamada arteritis de la temporal).
Se ha visto que hay factores genéticos y ambientales relacionados como:
- Predisposición genética con ciertos genes como HLA-DRB1 04, polimorfismos de ICAM-1 y RANTES e IL-1.
- La existencia de ciertos patrones estacionales sugieren un desencadenante infeccioso que podrían ser, por ejemplo: Mycoplasma pneumoniae, parvovirus B19 y el virus de Epstein Barr.
- Otras asociaciones se han hecho con cambios en la microbiota (microorganismos que viven normalmente en el cuerpo), por ejemplo en personas con diverticulitis e incluso con los elementos adyuvantes de algunas vacunas (síndrome ASIA).
Los factores de riesgo para presentar la polimialgia reumática son:
- Edad avanzada.
- Sexo femenino.
- Raza blanca originaria del norte de Europa.
¿Qué incidencia tiene la polimialgia reumática?
La polimialgia reumática predomina en los individuos de más de 50 años. Es más frecuente en mujeres que en hombres del orden de 2 a 1.
Se estima una incidencia anual de unos 50 a 100 casos por cada 100.000 habitantes en personas mayores de 50 años.
Del 16 al 21% de personas con polimialgia reumática desarrollan la arteritis de células gigantes y del 35 a 50% de quienes padecen esa arteritis cursan con polimialgia reumática.
¿Cuáles son los síntomas de la polimialgia reumática?
La polimialgia reumática se caracteriza por:
- Dolor y rigidez en los músculos del cuello.
- Dolor y rigidez las cinturas torácica y pélvica: duelen ambos hombros o ambas caderas.
- A veces dolor o rigidez en muñecas, codos y rodillas.
- Rigidez matutina prolongada.
- Rigidez tras la inactividad.
- Fiebre.
- Astenia (debilidad).
- Pérdida de apetito (anorexia).
- Depresión.
- Pérdida de peso.
Las complicaciones funcionales impactan actividades básicas como levantarse de la cama o de la silla, entrar o salir del coche, bañarse, peinarse, vestirse lo que afecta la interacción social, la actividad física, el sueño y el bienestar general.
Debe consultarse al médico si el dolor o rigidez es nuevo, altera el sueño o limita actividades habituales.
En caso de coexistir con la arteritis de células gigantes, se presentarán otros síntomas como:
- Cefalea.
- Claudicación mandibular (dificultad para abrir la boca).
- Hipersensibilidad del cuero cabelludo en el área temporal (cerca de la sien).
- Pérdida visual con riesgo de ceguera si no se trata.
¿Cómo se diagnostica la polimialgia reumática?
La polimialgia reumática debe sospecharse en personas mayores con dolor y rigidez bilateral de hombros y caderas, peor en la mañana y con marcadores inflamatorios como VSG (velocidad de sedimentación globular) elevada a menudo 100 mm/hora y la Proteína C reactiva PCR positiva.
Otros hallazgos de laboratorio incluyen:
- Puede haber una anemia normocrómica y normocítica.
- Trombocitosis (aumento del número de plaquetas) ocasionales.
- Los autoanticuerpos típicos (ANA, FR, anti-CCP) son negativos.
- Imágenes diagnósticas como la ecografía y la resonancia nuclear magnética RNM detectan bursitis subdeltoidea, sinovitis de hombro y cadera y tenosinovitis y ayudan a diferenciarla de otras enfermedades. Otras como la tomografía por emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa (PET-FDG) puede mostrar afectación de hombros, trocánter mayor y esternoclaviculares.
- No hay signos de miopatía en la EMG (electromiografía) o en la biopsia muscular.
Actualmente se utilizan los criterios ACR/EULAR 2012 (persona mayor de 50 años, dolor bilateral de hombros, VSG/PCR elevadas y puntuación según los signos al examen físico y la ecografía) para clasificar la enfermedad, pero no para diagnosticarla.
El diagnostico de polimialgia reumática tiende a hacerse tras descartar otras enfermedades, especialmente:
- Artritis reumatoide de inicio tardío.
- Espondiloartritis.
- Sinovitis simétrica seronegativa (RS3PE).
- Artropatías cristalinas.
- Enfermedades musculares (incluida toxicidad por estatinas).
- Otras enfermedades del tejido conectivo.
- Causas no inflamatorias como artrosis, estenosis espinal, enfermedad de Parkinson y tumores.
Si se sospecha arteritis de células gigantes, se indica biopsia de arteria temporal.
¿Cuál es el tratamiento recomendado en caso de polimialgia reumática?
En los dolores de la polimialgia reumática el objetivo del tratamiento es mejorar la movilidad y disminuir el dolor.
Para ello se usan los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) aunque no se recomiendan de rutina, y sobre todo el tratamiento consiste en la administración de corticoesteroides a dosis pequeñas. Se empieza con dosis de 10-20 mg/día de Prednisona.
A medida que los síntomas remitan e independientemente del valor de la VSG (velocidad de sedimentación globular), los corticoides se reducirán hasta alcanzar la dosis mínima eficaz y minimizando efectos adversos (aumento de peso, osteoporosis, hipertensión arterial, diabetes, cataratas).
La mayoría de los pacientes permanecen sin corticoides durante 2 años, pero algunos requieren la administración de pequeñas dosis de estos fármacos durante varios años.
Muchos requieren tratamiento durante más de un año con controles frecuentes.
Se recomiendan suplementos de calcio (1000–1200 mg/día) y vitamina D (600–800 UI/día) si se usan corticosteroides durante más de 3 meses con o sin bifosfonatos para prevenir la osteoporosis debida a los corticoides.
En pacientes seleccionados con alto riesgo de recaída o toxicidad por corticoesteroides o con baja respuesta puede añadirse metotrexato como ahorrador de esteroides. La leflunomida y la azatioprina se pueden utilizar en algunos pacientes.
Los bloqueadores del factor de necrosis tumoral (Anti-TNF) no están recomendados.
Los medicamentos bloqueadores de las interleucinas IL-6 como el tocilizumab (y más recientemente sarilumab) muestran utilidad como ahorradores de corticoides en personas que no responden al tratamiento o son intolerantes a los corticoesteroides.
La fisioterapia puede ser útil si hubo desacondicionamiento.
Además, se recomiendan algunas pautas de autocuidados:
- Dieta saludable.
- Ejercicio regular.
- Si es necesario, dispositivos de asistencia para actividades diarias.
- Educación y apoyo psicosocial.
Para las consultas, se sugiere preparar una lista con los síntomas, la medicación que se utiliza y preguntas clave.
El médico indagará sobre la localización e intensidad del dolor, la rigidez, el impacto funcional y posibles signos de arteritis de células gigantes.
Si se sospecha la presencia de esta arteritis, debe iniciarse de inmediato el tratamiento con prednisona a dosis altas prescritas por el especialista para prevenir la ceguera.
Fernando Martínez Sáez
Redactor y divulgador de temas científicos, médicos y sanitarios. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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