¿Qué es el priapismo?
El priapismo es una erección sostenida y a veces dolorosa del pene que ocurre sin estimulación sexual.
En el priapismo, el pene es firme pero la cabeza del pene (glande) es blando. El pene comienza a llenarse de sangre como en una erección normal, pero la sangre no sale fuera y la erección no desaparece después de un estímulo o actividad sexual, a diferencia de lo que ocurre en una erección normal.
El nombre de priapismo viene del latín "Priapus" que era el nombre del dios varón y fértil en la mitología clásica.
Es una condición poco frecuente. Se presenta más o menos en 5 de cada 100.00 hombres por año.
¿Cuáles son los tipos de priapismo?
Existen tres tipos de priapismo:
- Priapismo isquémico: Es el que ocurre en el 95 % de los casos y es debido a una disminución en la circulación de la sangre en el cuerpo del pene que puede comprometer rápidamente su función por lo cual se debe tratar como una emergencia médica.
- Priapismo no isquémico o de alto flujo: Es mucho menos frecuente y ocurre por un aumento excesivo del flujo de sangre al pene por el daño en un vaso sanguíneo llamado fístula arterial.
- Priapismo recurrente o intermitente: Son episodios recurrentes, cortos y que mejoran sin tratamiento usualmente en adolescentes y hombres jóvenes. Estos hombres tienen un mayor riesgo de un priapismo isquémico en el futuro.
¿Cuáles son las causas del priapismo?
La mayoría de veces no se sabe con exactitud la causa del priapismo isquémico en adultos.
En los niños, la causa más frecuente de priapismo isquémico es la drepanocitosis o anemia de células falciformes.
Entre las muchas posibles causas de la disminución en la circulación del pene están:
- Alteraciones de la sangre como:
- Drepanocitosis (anemia de células falciformes).
- Talasemia.
- Leucemia.
- Mieloma múltiple.
- Vasculitis en diferentes enfermedades autoinmunes.
- Infecciones:
- Mordedura de escorpiones.
- Picaduras de arañas.
- Rabia.
- Enfermedades metabólicas:
- Enfermedades neurológicas:
- Sífilis.
- Lesiones de la médula espinal.
- Hernia discal y otras estrecheces de la columna vertebral.
- Tumores cerebrales.
- Accidente cerebrovascular (ictus).
- Tumores malignos locales o metastásicos de próstata, vejiga, recto, testículo, uretra y riñón.
- Medicamentos:
- Alfa adrenérgicos (prazosina, terazosina, tamsulosina).
- Ansiolíticos (hidroxicina).
- Anticoagulantes (heparina de bajo peso molecular, warfarina).
- Antidepresivos (trazodona, fluoxetina, sertralina).
- Antihipertensivos (hidralazina, propranolol).
- Antipsicóticos (clorpromazina, risperidona, olanzapina).
- Hormonas como la testosterona.
- Vasoactivos que se utilizan en el tratamiento de la disfunción eréctil (impotencia) como la papaverina, fentolamina y prostaglandina que a veces se aplican directamente en el pene.
- Drogas como alcohol, marihuana y cocaína.
- Cigarrillos electrónicos.
Es raro que se presente priapismo isquémico con los medicamentos para la disfunción eréctil como el sildenafilo que se comercializan bajo la marca de Viagra® u otros como tadalafilo (Cialis®) o vardenafilo (Levitra®). En estos casos se ha visto que el hombre presenta otro factor de riesgo que favorece que el medicamento produzca priapismo.
Las causas del aumento del flujo de sangre en el priapismo no isquémico pueden ser un daño en la médula espinal, una malformación de las arterias, una complicación de algún procedimiento quirúrgico en la uretra, un traumatismo en el pene y en raros casos algún tumor.
¿Cuándo se debe acudir al médico en caso de priapismo?
Si la erección es dolorosa o se prolonga más de 4 horas en ausencia de estímulo o deseo sexual, pida ayuda médica.
Es necesario un tratamiento temprano para preservar la capacidad del pene para detener una erección normal.
Su médico examinará el pene y realizará diferentes tests para determinar la causa fundamental.
¿Cómo se diagnostica la causa del priapismo?
Para diagnosticar el tipo y causa del priapismo se realiza un examen físico inicialmente para determinar si hay posibles tumores o alteraciones evidentes que estén ocasionando el problema.
Se realiza un hemograma para determinar anormalidades de la sangre.
En lo posible, se debe realizar una ecografía con Doppler-color del pene para evaluar la circulación y posteriormente aspirar sangre del cuerpo del pene porque, si es oscura, se trata de un priapismo isquémico que necesita un tratamiento urgente. En esta sangre también se pueden determinar niveles de oxígeno y dióxido de carbono para establecer un mejor diagnóstico.
Si la consulta es muy tardía, más de 48 horas después del inicio de los síntomas, se debe realizar una Resonancia Magnética Nuclear para valorar el daño de los músculos del pene.
¿Cuál es el tratamiento del priapismo?
El priapismo isquémico agudo es una emergencia médica que requiere tratamiento lo más pronto posible en un hospital para evitar la fibrosis del pene y una disfunción eréctil (impotencia) permanente.
Los remedios clásicos como los baños con agua fría, los enemas con agua fría o la eyaculación solo parecen ser útiles en algunos hombres.
El tratamiento de primera línea es el manejo médico con aspiraciones de sangre del pene e irrigaciones con solución salina por medio de un catéter para mejorar la circulación sanguínea. Esto se repite hasta que la sangre sea roja brillante y no oscura.
A veces se puede combinar la solución salina con medicamentos que mejoran la circulación de la sangre como fenilefrina, adrenalina y agonistas beta adrenérgicos.
Solo en casos muy graves se realiza una cirugía para arreglar los vasos sanguíneos del pene y, si hay un daño permanente, evaluar la colocación de una prótesis de pene para conservar la vida sexual.
En casos de priapismo recurrente o intermitente es muy importante establecer la causa desencadenante y evitar los episodios con diferentes medicamentos e incluso con tratamientos hormonales para evitar un daño severo del pene.
El tratamiento del priapismo no isquémico es corregir la fistula arterial, sea por compresión externa o colocando hielo guiándose con una ecografía. El tratamiento de los casos más complicados es la embolización (obstrucción) de la arteria.
Dr. Ignacio Antépara Ercoreca
Especialista en Alergología por la Universidad de Navarra y licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad del País Vasco.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
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