
¿Qué es el fósforo?
El fósforo forma parte de los huesos, los músculos y el tejido nervioso.
El fósforo en la sangre se encuentra como parte de los compuestos orgánicos (proteínas, grasas, hidratos de carbono, etc.) o en forma de fosfatos inorgánicos para realizar su función en la transferencia de energía y el metabolismo celular.
Más del 80% del fósforo en el cuerpo se encuentra en los huesos o los dientes formando fosfato de calcio.
Los valores del fósforo en sangre deben estudiarse de forma conjunta con los valores de calcio en sangre.
La concentración de ambos parámetros viene determinada por el equilibrio que se produce entre la absorción en el intestino y la excreción por los riñones y por los cambios entre el líquido extracelular y los diferentes tejidos (particularmente el tejido óseo).
Estos procesos de equilibrio se regulan por la acción de las hormonas paratiroideas, la calcitonina y la vitamina D.
¿Para qué se mide en un análisis?
El estudio del fósforo en la sangre (o más concretamente de los fosfatos inorgánicos en sangre) se realiza para verificar la correcta absorción intestinal del fósforo consumido en la dieta y su posterior excreción por los riñones.
También es indicativo del funcionamiento de las hormonas paratiroideas que regulan el equilibrio entre el calcio y el fósforo del organismo.
¿Qué procedimiento se seguirá?
La extracción de sangre para medir el fósforo debe hacerse por la mañana y en ayunas. Suele realizarse en el contexto de otras pruebas sanguíneas como el calcio o el magnesio.
La concentración de fósforo o fosfatos en la sangre sigue el ritmo circadiano, por lo que presenta valores más elevados por la mañana y disminuidos por la tarde.
¿Cuáles son los valores normales?
Los niveles normales de fósforo en sangre son:
Adultos: 2.5 a 4.5 mg/dl (0.8 a 1.45 mmol/l)
Niños y adolescentes: 2.5 a 6 mg/dl (0.8 a 1.9 mmol/l)
Recién nacidos: 4.5 a 9 mg/dl (1.45 a 2.9 mmol/l)
En estos valores puede haber muy pequeñas diferencias según la técnica usada o los criterios de normalidad propios de cada laboratorio, a veces en el rango de valores y otras veces por las unidades a las que se hace referencia.
Los niveles de fósforo en sangre tienden a disminuir un poco en el embarazo y a aumentar cuando se realiza mucho trabajo muscular.
En caso de disminución grave del fósforo en sangre (menos de 1 mg/dl) puede haber alteraciones respiratorias y cardiacas graves que pueden llevar a la muerte.
Más información sobre valores normales de fósforo
¿Qué indican los valores fuera del rango normal?
Los niveles aumentados de fósforo en la sangre o hiperfosfatemia pueden indicar:
Pseudohiperfosfatemia (Falso aumento de fósforo en sangre):
- Aumento de las gammaglobulinas, proteínas producidas, por ejemplo, en el mieloma y las gammapatías.
- Hiperlipidemia (aumento de colesterol y triglicéridos en la sangre).
- Hemólisis (destrucción excesiva de glóbulos rojos).
La hiperfosfatemia verdadera se puede presentar en los siguientes casos:
- Exceso de consumo de fósforo:
- En sueros intravenosos, alimentos o suplementos alimentarios o por enemas.
- Intoxicación por exceso de vitamina D.
- Sarcoidosis: aumenta la absorción de calcio y fósforo en el intestino.
- Disminución de la eliminación del fósforo:
- Enfermedad renal: tanto en insuficiencia renal aguda como crónica.
- Hipoparatiroidismo.
- Pseudohipoparatiroidismo: el riñón no responde con normalidad a las hormonas de la paratiroides.
- Calcinosis tumoral.
- Acromegalia.
- Tratamiento para la osteoporosis con bifosfonatos.
- Exceso de traslado de fósforo dentro del cuerpo:
- Síndrome de lisis tumoral: ocurre durante el tratamiento de ciertos tipos de cáncer como el linfoma no Hodgkin y las leucemias agudas.
- Curación de fracturas grandes que implican una inmovilización por largo tempo.
- Rabdomiólisis (destrucción del músculo por diferentes razones).
- Hemólisis (exceso de destrucción de glóbulos rojos).
- Quemaduras extensas.
- Acidosis láctica.
- Cetoacidosis diabética.
- Hipertiroidismo severo.
- Hipertermia maligna.
- Insuficiencia hepática grave.
- Medicamentos como los esteroides, los andrógenos, el ergocarciferol o la furosemida
Más información sobre valores altos de fósforo
Los niveles disminuidos de fósforo en la sangre o hipofosfatemia pueden indicar:
- Consumo muy bajo, falta de absorción o exceso de eliminación del fósforo:
- Desnutrición grave.
- Alimentación intravenosa muy baja en fósforo.
- Consumo de antiácidos con contenido en aluminio, magnesio o calcio que no dejan absorber el fósforo en el intestino.
- Vómitos repetidos.
- Deficiencia de vitamina D: raquitismo, osteomalacia o diarrea repetida o esteatorrea en los síndromes de malabsorción (exceso de pérdida fecal de grasa).
- Pérdida de fósforo en el riñón:
- Hiperparatiroidismo.
- Osteomalacia.
- Hipercalciuria (aumento de calcio en orina).
- Justo después de un trasplante renal.
- Durante las diálisis.
- En casos de disminución de potasio y magnesio en sangre.
- Otros casos en los que el fósforo pasa de la sangre a otros órganos:
- Alcalosis respiratoria.
- Alcalosis metabólica.
- Medicamentos: intoxicación por salicilatos, diuréticos tiazídicos, glucagón, calcitonina, barbitúricos, estrógenos, isoniazida y otros.
- Quemaduras muy extensas cuando ya se están recuperando.
- Síndrome del hueso hambriento: luego de extirpar las paratiroides en personas con hiperparatiroidismo.
- Algunos linfomas y leucemias.
Más información sobre valores bajos de fósforo





Fernando Martínez Sáez
Redactor y divulgador de temas científicos, médicos y sanitarios. Miembro de la Asociación Nacional de Informadores de Salud.
Autor originalDra. Yolanda Patricia Gómez González
Especialista en Medicina general y licenciada en medicina por la universidad nacional de Colombia.
Revisor clínico