La respuesta inmune protege al cuerpo contra la enfermedad. Los niños nacen con una inmunidad natural contra la enfermedad gracias a la transmisión de anticuerpos de la madre al feto a través de la barrera placentaria. Esta inmunidad se mantiene durante el periodo en que los niños son amamantados al pecho, ya que la madre transmite anticuerpos al bebé a través de la leche.
Habitualmente, cuando entramos en contacto con un microorganismo, el proceso que sigue el cuerpo hasta eliminarlo totalmente es el siguiente:
Primero, se tiene que dar cuenta de que efectivamente se trata de un elemento perjudicial, esto es, debe reconocerlo como ajeno al organismo. Después, tiene que encontrar sus puntos débiles (lo cual se conoce como "antígenos", y decidir cómo luchar contra ellos. Para esto, normalmente fabrica sus propias armas, que denominamos "anticuerpos", los cuales se adhieren al germen y lo señalizan como eliminable, para que determinadas células blancas de la sangre procedan a su neutralización.
Todo este proceso requiere un tiempo variable, desde el primer contacto con el microbio hasta su total erradicación; a veces, el organismo debe llevarlo a cabo por completo en cada ocasión en la que se infecta; sin embargo, en ocasiones le queda una memoria, un recuerdo que hace que cuando el germen que un día nos infectó vuelva a aparecer, nos demos cuenta muy rápidamente de qué anticuerpos son los apropiados, los fabriquemos mucho más rápido y así empecemos a luchar antes contra la enfermedad; en tales ocasiones, o bien no notamos siquiera que hemos tenido contacto con el microbio, o pasamos una forma muy leve de enfermedad.
Este tipo de inmunidad se denomina "inmunidad adquirida" porque la vamos generando con el paso del tiempo, a cada nueva infección.
Sin embargo, no siempre es necesario para desarrollar esta inmunidad; podemos entrar en contacto con los antígenos de otras formas, por ejemplo: con los antígenos de gérmenes muertos, o muy debilitados; con antígenos puros fabricados en laboratorio... de manera que desarrollemos la inmunidad, pero sin haber estado expuestos a la infección. Este proceso, que es artificial, se conoce como "vacunación".
La vacunación es un medio de desencadenar la inmunidad adquirida. Esta es una forma especializada de inmunidad que aporta protección duradera contra antígenos específicos, responsables de ciertas enfermedades.
Se administran dosis pequeñas de un antígeno (como, por ejemplo, virus muertos o debilitados) con el fin de activarla memoria inmune (mecanismo complejo, en el que intervienen células especializadas de la sangre que son capaces de reconocer el antígeno y responder rápidamente a su presencia).
La memoria inmune permite al cuerpo reaccionar rápida y eficientemente a la exposición futura a gérmenes, toxinas, etc. antes de que puedan causar daño. La vacunación es uno de los mejores medios para protegerse contra muchas enfermedades contagiosas.
La mayoría de las inmunizaciones deben darse mediante una inyección, porque los ácidos en el estómago hacen que las vacunas orales sean ineficaces. Únicamente la vacuna de la poliomielitis puede ser dada por la boca.
Para que el acto de vacunación sea más fácil para un niño:
El programa de inmunizaciones recomendado puede variar, mientras se desarrollan nuevas y más efectivas vacunas. Es necesario consultar con su médico sobre las inmunizaciones específicas que necesita.
Calendario recomendado de vacunación para niños,EDAD | VACUNA |
0 meses | Hepatitis B(a) |
2 meses | Difteria - Tétanos - Tosferina (DPT) Poliomielitis I, II, III Haemophilus influenzae tipo B Meningitis C Hepatits B |
4 meses | Difteria - Tétanos - Tosferina (DPT) Poliomielitis I, II, III Haemophilus influenzae tipo B Meningitis C Hepatits B |
6 meses | Difteria - Tétanos - Tosferina (DPT) Poliomielitis I, II, III Haemophilus influenzae tipo B Meningitis C Hepatits B |
12 a 15 meses | Varicela(b) Triple Vírica (Sarampión - Rubeola - Parotiditis) |
15 a 18 meses | Difteria - Tétanos - Tosferina (DPT) Poliomielitis I, II, III Haemophilus influenzae tipo B |
3 a 6 años | Difteria- Tétanos - Tosferina (DTP) Poliomielitis I, II, III Triple Vírica (Sarampión - Rubeola - Parotiditis) |
11 a 12 años | Hepatitis B(c) Varicela(b) |
14 a 16 años | Tétanos Difteria (Repetir cada 10 años) |
(a) La vacuna contra la hepatitis B se puede administrar o bien en los meses 0-2-6 de edad, o bien en los meses 2-4-6.
(b) La vacuna universal contra la varicela se recomienda en niños sanos a los 12-15 meses; los niños que a los 11-12 años no hayan sido vacunados, y presenten historia clínica fehaciente de no haber pasado la enfermedad, también deben ser vacunados selectivamente.
(c) Se recomienda vacunar a esta edad a los niños no vacunados previamente contra la hepatitis B; la pauta es una primera dosis, la segunda dos meses después de la primera y la tercera seis meses después de la primera.